Olga Lucía Ramírez*
Desde el principio de la emergencia el sector de infraestructura se convirtió en el motor de la reactivación económica y en uno de los primeros en contar con protocolos de bioseguridad para agilizar el retorno a las actividades. Hoy, la cifra de contratos en ejecución y de empleos generados es mayor a la de febrero de 2020. En medio de la pandemia se registraron más de 30.000 nuevos empleos directos y más de 107.000 personas trabajan actualmente en los proyectos de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), el Instituto Nacional de Vías (Invías) y la Aeronáutica Civil.}
Para impulsar la economía, el Gobierno definió una serie de iniciativas a mediano y largo plazo, contenidas en la estrategia Compromiso por Colombia, que incluyen el inicio de los proyectos de la Quinta Generación de Concesiones Viales (5G), así como la conclusión de una serie de contratos de infraestructura. En todos los casos, su ejecución contribuirá con la generación de empleo y al dinamismo económico en las regiones.
La intención del programa de concesiones 5G es desarrollar una infraestructura que conecte a los colombianos, construir sobre lo construido, y contar con una mayor sostenibilidad institucional, financiera, social y ambiental. Serán 24 proyectos, divididos en dos olas, que impulsarán la intermodalidad mediante la inversión en todos los modos: carretero, férreo, fluvial y aeroportuario. Su realización requiere una inversión en capex (gasto de capital) de 49,2 billones de pesos.
La primera ola está compuesta por 12 proyectos que generarán cerca de 500.000 empleos directos, indirectos e inducidos, y contarán con una inversión en capex cercana a los 18 billones de pesos. Tres de ellos, todos de iniciativa privada, son aeroportuarios y requieren un aporte aproximado en capex de 4,5 billones de pesos. En la segunda ola 5G encontramos al Sistema Aeroportuario de Bogotá, que demanda una inversión en capex que ronda los 9,4 billones de pesos.
Debido a la compleja geografía de nuestro país, se requiere mejorar la movilidad aérea entre los centros de producción. De esta forma se promueve el turismo, se asegura la conectividad entre las regiones más apartadas y las capitales departamentales, y entre estas últimas con el centro de Colombia. Así podremos ser más competitivos.
La inversión en infraestructura aeroportuaria prevista para los próximos años contribuirá con la reactivación económica de variadas maneras. Lo hará de forma directa con la generación de empleo; y también traerá beneficios debido al amplio, diverso y generalizado impacto que el transporte aéreo tiene en múltiples sectores como el turismo, el comercio nacional e internacional, la educación, la manufactura, la salud, la agricultura, y el de servicios de negocios, entre otros.
Mejorar y garantizar las conexión entre las regiones es una prioridad estratégica en el marco de la reactivación económica. Por esa razón la Aerocivil, en desarrollo del Plan de Conectividad Aérea Esencial, autorizó la operación de varias rutas a nivel regional como Cali-Pasto, Villavicencio-Puerto Inírida, Bucaramanga-Arauca y Puerto Leguízamo-Florencia, entre otras. Todas estas decisiones son parte de la estrategia del Gobierno para promover la competitividad económica y obtener resultados eficientes.
*Viceministra de Infraestructura.
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