Muchos estudios internacionales han confirmado los beneficios de la leche humana para el bebé, quien desde que nace se beneficia con ella porque la primera producción, conocida como calostro, contiene altas cantidades de inmunoglobulina A, sustancia que lo protege de gérmenes al establecer un recubrimiento en las membranas mucosas de sus intestinos, nariz y garganta. “La composición de esta leche hace que provea la defensas necesarias contra enfermedades específicas del ser humano”, dice Clemencia Mayorga, presidente de la Sociedad Colombiana de Pediatría. También hay clara evidencia de que la leche materna protege de infecciones del estómago, baja el índice de las enfermedades respiratorias y reduce el riesgo de muerte por síndrome de muerte súbita. La meningitis sucede menos en niños alimentados con leche materna y cuando da es mucho menos severa. La Organización Mundial de la Salud establece que un niño alimentado por su madre tiene 5 veces menos riesgo de ser hospitalizado por enfermedades infecciosas en el primer año de vida. Los efectos de la alimentación con leche humana perduran en el tiempo. Recientemente se encontró que los amamantados tienen entre 14 y 19 % menos riesgo de desarrollar leucemia, el cáncer más común en la niñez. Esta relación, sin embargo, necesita de más investigación. Recientemente, también, se ha observado que los niños alimentados con leche materna tiene menos riesgo de desarrollar ciertas enfermedades crónicas no transmisibles, como hipertensión, colesterol alto, diabetes y obesidad. Sobre esta última condición, la Academia Americana de Pediatría, analizó 17 estudios publicados en el American Journal of Epidemiology y encontró que la leche materna protege de obesidad en la juventud y en la etapa adulta. Mientras más larga fue la duración de la lactancia más fuerte se vio esta asociación. Los beneficios no son solo en salud física sino también en el desarrollo cognitivo. Así lo encontró un estudio con más de 17.000 bebés alimentados con leche humana exclusiva y prolongada. Mayorga señala que la leche materna alimenta pero no genera niños rollizos, lo cual es visto por las mamás como un problema “porque están acostumbrados a que los niños sanos y bien alimentados son los gordos”. También se ha observado que tienen mejores puntajes en exámenes de vocabulario. Se cree que el fuerte vínculo que se establece entre madre e hijo al amamantar puede ser el que genera estos beneficios pero, como dice Mayorga, “las grasas que contiene ese líquido son mucho más específicas para el cerebro humano”. Algunos estudios han mostrado una conexión entre lactar al bebé y un alto coeficiente Intelectual pero esta observación necesita consolidarse con más estudios clínicos. La mamá también se beneficia dando leche materna. En el post parto la lactancia la protege de sufrir depresión y la relaja debido a que la oxitocina, una hormona que se libera en este proceso, tiene la habilidad de calmar en el organismo. Lactar al bebé ayuda a que su útero vuelva a su puesto lo que garantiza menos sangrado después del parto. También la favorece para regresar al peso que tenía antes del embarazo. Los beneficios de amamantar para ellas también perduran en el tiempo. Hay evidencia científica sobre amamantar al hijo y menos riesgo de cáncer de seno y de ovario tendrán. El fuerte vínculo emocional que se establece entre madre e hijo durante la lactancia es otro gran beneficio. “No hay momento más intimo de comunicación y por ello es protectora contra el maltrato infantil”, dice Mayorga. Valeria Calderón, asesora de la Liga de la Leche, dice que una mamá que alimenta a su hijo tiene mucho menos probabilidades de pedir permisos laborales para llevarlo al médico. Para el pediatra José Manuel Cañón, esta práctica es muy favorable para la sociedad porque garantiza niños más sanos. Según Lina López, nutricionista del ICBF, también es costo efectivo si se tiene en cuenta que un niño con lactancia exclusiva y total “es un adulto que no desarrollara enfermedades crónicas no transmisibles que son las que tiene mayor impacto en las finanzas del sistema de salud”. Pero mucho más porque la lactancia es sinónimo de un desarrollo integral del individuo que por simple lógica facilitará el del país. Todo esto lleva a pensar que dar leche materna es un gana gana para todos.