En Sabaneta los paisajes naturales, las montañas y cierto aire provincial aún se conservan. Sin embargo, preservarlo no ha sido una tarea fácil. Desde 2009, el municipio no revisaba su Plan Básico de Ordenamiento Territorial (PBOT), el principal instrumento de planificación del desarrollo de una comunidad. Justamente, a partir de ese año, comenzó una expansión urbana acelerada que estuvo al borde de convertir a Sabaneta en una ciudad inviable desde el punto de vista de la sostenibilidad. La situación era alarmante, mientras crecían las construcciones de vivienda no había un desarrollo en las obras de infraestructura necesarias para atender a la nueva población. Por el contrario, las vías y el espacio público se fueron reduciendo. Reorganizar y planificar el territorio se convirtió en una prioridad para la administración de Iván Alonso Montoya. La misión fue entonces renovar el PBOT para fijar parámetros sostenibles y claros en construcción de vivienda, preservación de zonas verdes y movilidad.  El primer logro fue disminuir, con criterio técnico, el número de licencias en proyectos inmobiliarios, al pasar de 8.800 en 2015, a 3.400 entre 2016 y 2018. Incluso, un número importante de estas no estaba asociado a proyectos nuevos, sino a segundas etapas de proyectos existentes. “No es porque no se hayan hecho solicitudes, lo que pasa es que se cambió el rigor para revisar, devolvimos más de 200 porque no cumplían con la norma”, dice Camilo Vergara, secretario de Planeación y Desarrollo territorial de Sabaneta. También le puede interesar: Las sabanas encantadas. Esta medida fue un respiro para la ciudad: permitió un nuevo comienzo para redefinir el territorio. El equipo de planeación inició entonces la estructuración del PBOT en sus cinco etapas: identificación, diagnóstico, formulación, concertación con las autoridades ambientales y aprobación por parte del Concejo de Sabaneta. En todas las etapas se ha trabajado de la mano de la comunidad. En la fase de diagnóstico se realizaron 47 reuniones con una participación de 2.288 personas. De esas juntas salieron 271 iniciativas. Las más representativas se incluyeron en el documento. “Nosotros lo construimos con la gente, esa es la diferencia. ‘¿Ustedes cómo se sueñan esta ciudad?’, les preguntábamos”, señala Vergara. Así mismo, el diálogo con los gremios ha sido clave. El trabajo con la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) ha nutrido el documento y entes como el Área Metropolitana del Valle de Aburrá figuran como aliados. Ahora, después de tres años de estudios detallados y concertaciones, finalmente Sabaneta contará con un instrumento actualizado y pertinente que le permitirá desarrollarse de una manera consciente. “El PBOT cuenta cómo estamos hoy y cambiará el rumbo del municipio, la forma en que, en adelante, vamos a ocupar el territorio”, concluye el secretario de Planeación.