Durante la temporada decembrina no hubo alboradas con pólvora en los establecimientos comerciales de Sabaneta. Era una tradición muy arraigada, que finalmente logró olvidarse a través de métodos lúdicos que incluyeron pequeñas puestas en escena en barrios y veredas. Acompañado de actores que dramatizaban situaciones reales, el alcalde Iván Alonso Montoya les mostraba a las familias sabanateños el impacto que puede tener el uso de la pólvora en la salud, el ambiente y la convivencia.Este enfoque lúdico se debe a la experiencia como educador del alcalde Montoya, quien ve en la pedagogía y el diálogo la respuesta a cualquier situación. Debido al espíritu colaborador y solidario de la población, Sabaneta se ha convertido en un lugar atractivo para la mendicidad, sobre todo durante los martes de María Auxiliadora, cuando los habitantes salen de misa. Sin embargo, aclara Marcela Castañeda, secretaria de Gobierno y Desarrollo Ciudadano del municipio, la mayoría de las personas que piden dinero son “visitantes que no residen acá y a los que no podemos ofrecerles una ayuda social. Además, detrás de esto, hay un fenómeno de explotación infantil”.Leer más: Unidos para defender la vida y la paz Para contrarrestar esta realidad, la Alcaldía organizó una intervención. “Lo hicimos con una familia que personificaba un hogar de mendigos. La gente se solidarizó hasta el punto de darles dinero, y ellos les respondían con un billete pedagógico que decía ‘dar limosna no me ayuda’ o ‘no des limosna a los niños’”. De esta manera, la administración municipal buscaba que sus habitantes entendieran que hay otras formas de ayudar. Por ejemplo, a través de las actividades que organizan las parroquias y los programas de gobierno.Las artes escénicas han sido otra de las herramientas para socializar las modificaciones que se hicieron en 2018 al Manual de Convivencia de Sabaneta, guiadas por el nuevo Código de Policía. “La intención del manual es disminuir la posibilidad de que altercados entre ciudadanos terminen en una inspección de Policía, en violencia intrafamiliar o en lesiones personales”, sostiene Castañeda. Con el mismo fin, este año se repartirán unas cartillas pedagógicas que fomentarán la resolución de conflictos a través del diálogo y demostrarán así que el lápiz siempre es más fuerte que la espada.