Por Mónica Pardo*

El sector asegurador también se contagió del covid-19, pero es un paciente con síntomas leves. Aunque en general el mercado se ha visto afectado por un menor ingreso de primas y la reducción de los rendimientos financieros durante el primer semestre, su base es sólida y se está apoyando en la rentabilidad de las inversiones que cubren las reservas de riesgos asumidos en periodos anteriores y en la menor siniestralidad. Al cierre del periodo, según cifras de la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda), el resultado neto de la industria es de 1,1 billones de pesos (-14 por ciento en relación con el mismo semestre del año anterior).

“El sector asegurador es sólido patrimonialmente y el país debe estar tranquilo de que así sea. Esta solidez en un evento de gran estrés económico se traduce en que se cuenta con los recursos para atender los siniestros que ocurran a sus asegurados”, señala Miguel Gómez Martínez, presidente de Fasecolda.

¿Cuál ha sido el comportamiento de los seguros durante la pandemia? De acuerdo con el gremio, la adquisición de productos para proteger la vida y el patrimonio ha disminuido (ver gráfico). Esto obedece principalmente a aspectos como el desempleo, el aumento de la cartera de crédito, la no disponibilidad del ahorro y, en especial, porque en las actuales condiciones económicas la prioridad de las personas son los gastos relacionados con sus necesidades básicas como alimentación, educación y vivienda, entre otros.

En el ramo de autos –que es lo que más aseguran las personas–, al mes de junio en Colombia había 2,1 millones de vehículos con seguros voluntarios de automóviles, esto es un 26 por ciento de los que tienen una póliza Soat. La devolución de primas, ampliación de coberturas y la disminución en las ventas de automotores nuevos han impactado las primas de este ramo, causando una caída del 11 por ciento en relación con el primer semestre de 2019.

En cuanto al Soat, las primas disminuyeron 6 por ciento, pues los propietarios de vehículos cuyas pólizas se vencían en el periodo de la cuarentena decidieron no renovarlas hasta que se permitiera la circulación. Adicionalmente, se registró una evasión cercana al 49 por ciento. En total, 8 millones de automotores cuentan con un Soat vigente.

La salud, por su parte, reporta más de 750.000 pólizas voluntarias que cobijan a cerca de 2,5 millones de colombianos. El temor al contagio disminuyó las consultas médicas y los procedimientos clínicos, por lo que en los primeros seis meses se evidenció una disminución del 12 por ciento en la siniestralidad.

Uno de los ramos más afectados fue el de cumplimiento, ya que se presentó un incremento del 160 por ciento en las reclamaciones de los seguros de arrendamiento. Según Fasecolda, entre marzo y junio, las aseguradoras han pagado siniestros por incumplimiento de contratos de arrendamiento por más de 183.000 millones de pesos. “En medio de la pandemia, muchos hogares y propietarios de inmuebles, que viven de las rentas, sintieron el beneficio de contar con este seguro y pudieron conservar sus ingresos”, resalta Gómez Martínez.

Con respecto a la siniestralidad, los resultados a junio muestran una disminución. Sin embargo, Fasecolda explica que “este indicador no refleja adecuadamente la realidad pues los efectos generales se verán a final de año cuando se contabilicen todas las reclamaciones que como consecuencia de la pandemia no se han reportado”.

PERSPECTIVAS FAVORABLES

Juan Carlos Realphe, presidente de Zurich Seguros, destaca que el efecto negativo de la pandemia en la compañía no fue tan fuerte debido a que el portafolio de negocios de la firma está enfocado, 80 por ciento, en clientes del sector empresarial y clientes corporativos, y solamente 20 por ciento en el segmento de líneas individuales. Al cierre del primer semestre, la empresa mantiene el cumplimiento de su presupuesto.

“Hemos tenido una mezcla de impactos. En el ramo de seguros de automóviles, en los meses de marzo y abril tuvimos una baja importante en la frecuencia de siniestros del 30 por ciento, porque no se utilizaron los carros y por la menor venta de estos. En contraste, se incrementó en 200 por ciento la siniestralidad del seguro de arrendamientos, porque la mayoría, especialmente de locales comerciales, cerraron y devolvieron estos inmuebles”, señala Realphe.

Al cierre de 2019, Zurich Seguros Colombia emitió 180.000 millones de pesos en primas. Para 2020 espera crecer y que las primas alcancen los 240.000 millones de pesos. “En los demás ramos, diferentes a los que he mencionado, durante el año hemos tenido un comportamiento en promedio similar al de la vida normal”, concluye el directivo, quien subraya que estos meses le han servido a la compañía para comprobar que sus negocios se pueden manejar de manera remota.

Para otra de las empresas del sector, BMI Seguros Colombia, el primer reto al que se enfrentó con la pandemia fue justamente acelerar los proyectos de digitalización en los que venía avanzando. “Por fortuna, los trabajos adelantados permitieron que en las etapas más estrictas de confinamiento la compañía operara al ciento por ciento y sin interrumpir la prestación del servicio, todo ello soportado en procesos y negocios con la capacidad de fluir bajo experiencias digitales, como el uso de firmas electrónicas o suscripción y análisis de riesgos basados en telemedicina, entre otros”, advierte Carlos Alberto Sánchez Rodríguez, presidente de la firma, que cuenta con más de 20.000 asegurados en sus programas de vida y salud.

Así mismo, resalta que aunque la coyuntura ha generado un impacto en el negocio, la emergencia sanitaria ha creado conciencia de la importancia del aseguramiento de la vida y la salud, así como la del ahorro y proyección financiera a largo plazo. “Esto nos posiciona como una industria que a raíz de la pandemia se hace aún más visible a los consumidores”, reflexiona Sánchez Rodríguez y agrega que la compañía es sólida y está respaldada por la fortaleza de los indicadores financieros del grupo a nivel regional.

Por su parte, la agencia de seguros Julián Vanegas Plata, ubicada en Cúcuta y con 36 años en el mercado, ha percibido como el mayor impacto de la pandemia la pérdida en las renovaciones de las pólizas. “Esto se debe a la incertidumbre frente a lo que pueda suceder, sumado a que las personas no ven el seguro como una prioridad”, anota María Isabel Vanegas, la gerente.

Con el objetivo de mantener la relación y su cercanía con los clientes, la agencia fortaleció su presencia en canales digitales y trabaja en renovar su página web para incluir la posibilidad de que desde allí puedan cotizar los seguros. “Nos dimos cuenta de que el mundo digital era nuestro mejor aliado, porque al no poder visitar a las personas presencialmente, de alguna manera teníamos que seguir generando conciencia sobre la importancia de estar asegurado”, señala Vanegas, quien añade que las perspectivas son positivas e incluso contratarán a una persona para que los apoye con los seguros escolares, un segmento amplio en el que tienen ocho colegios, de los cuales varios ya han confirmado sus renovaciones.

Las expectativas del sector, en conclusión, apuntan a crecimientos importantes. Teniendo en cuenta que la industria, en los últimos 15 años, ha crecido dos o tres veces el Producto Interno Bruto y que para 2021 los expertos estiman un crecimiento de la economía entre 4 y 5 por ciento, las aseguradoras proyectan incrementos superiores al 10 por ciento en su negocio.

ASEGURADOS CONTRA EL CORONAVIRUS

El virus del covid-19 se declaró como enfermedad profesional directa para el personal de la salud. El sector asegurador, a través de Fasecolda, está entregando una cobertura de vida a los profesionales de la salud y sus familias, de manera gratuita y retroactiva a marzo, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia.

*Periodista de economía y negocios.

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