“Según registros de Naturgas, el 65 por ciento de los hogares colombianos usa gas natural para la cocción y calentamiento de agua, el 24 por ciento el gas propano de cilindro, el 9 por ciento biomasa o carbón y solo 2 por ciento la energía eléctrica”, asegura un informe de la revista Dinero. De hecho, a finales del año pasado, 9 millones de hogares ya utilizaban este combustible. A pesar de que la instalación de gas natural en los hogares o comercios tiene un costo mayor, a mediano y largo plazo se convierte en un negocio rentable. Naturgas explica, por ejemplo, que hervir un litro de agua con gas natural cuesta 10 pesos, mientras que con propano vale 20. Con energía eléctrica, el costo sube a 40. El gas natural es también amigable con el medioambiente por ser el combustible que menos CO2 emite (50 por ciento menos que el carbón y 30 por ciento que el diésel), y porque durante su combustión no emite partículas al tiempo que reduce, un 80 por ciento, las emisiones de monóxido de carbono. Aún así, más de 12 millones de colombianos utilizan el gas propano, distribuido en más de 1.000 municipios del país. Es una buena alternativa para reemplazar el uso de la leña –que afecta gravemente la salud– y para los habitantes de las zonas rurales más apartadas, donde es complejo y costoso construir los gasoductos que requiere el gas natural para su distribución. Los departamentos en donde se evidencia un mayor consumo de gas propano son Antioquia, Nariño, Cundinamarca y Valle del Cauca. En 2018, según Gasnova, 669.626 familias en Antioquia –es decir el 31 por ciento de la población que usa gas– dependían de los camiones que distribuyen los cilindros, convirtiéndose en el departamento que más consume este tipo de gas. No hay una verdad absoluta. El gas natural es más económico y amigable con el medioambiente. El propano, por su parte, cubre las necesidades de aquellos que habitan en las zonas rurales más alejadas de Colombia, donde comúnmente se utiliza leña para cocinar. Una práctica riesgosa, puesto que según datos del Ministerio de Ambiente entregados en 2015, causa 1.000 muertes cada año. Lea también: El optimismo frente al abastecimiento de gas natural