Una de las principales preocupaciones de los habitantes de las grandes ciudades como Bogotá es la calidad del aire que respiran. Este se ve afectado por factores contaminantes que provienen principalmente del sector industrial y del transporte. Cabe recordar que en los primeros tres meses de 2019 la Secretaría de Ambiente de la Alcaldía emitió una alerta amarilla en toda la ciudad, y una alerta naranja en el suroccidente, porque los niveles de contaminación podían afectar la salud de la población. Frente a este panorama Scania, la multinacional de origen sueco, lidera un cambio en la forma de trabajar del sector transporte a través de sus vehículos con bajas emisiones de CO2. La firma produce automotores que trabajan con Gas Natural Vehicular (GNV), una alternativa intermedia entre el diésel y la energía eléctrica. Su apuesta le ha dado buenos resultados. Todo comenzó en 2012, cuando llevó a Cartagena el primer prototipo de bus impulsado por este combustible. Por eso Scania se convirtió en la mejor opción para el sistema de transporte masivo Transcaribe, al que aporta 54 buses articulados y 152 padrones. Actualmente, los tres operadores que prestan servicio en el BRS (Bus Rapid System) de Cartagena son clientes de la compañía. En 2015 la multinacional presentó en la capital del país el primer bus biarticulado a GNV Euro VI, con el que realizó pruebas de autonomía y capacidad. Su prueba fue tan exitosa que uno de los operadores del sistema de TransMilenio en Bogotá decidió conservar el prototipo para su flota. Por eso esta alternativa, que contamina menos y les ofrece mayor rentabilidad a los dueños de los buses, fue la mejor opción para la renovación de TransMilenio. De los 1.441 autobuses que componen la flota de este sistema de transporte masivo, 741 fueron producidos por Scania (más del 51 por ciento del total). Si se compara el desempeño de estos nuevos vehículos con el de los anteriores buses Euro V o inferiores, se notará el cambio. Se estima que habrá una reducción de emisiones locales de material particulado (PM) y de óxido de nitrógeno (NOx) mayor al 95 por ciento, y las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) disminuirán en más del 48 por ciento. Con la adjudicación de los buses para las fases I y II de TransMilenio en Bogotá, se confirma que la compañía sueca será la fabricante con la mayor cantidad de articulados y biarticulados para el sistema con tecnología Euro VI propulsados con GNV. “Los autobuses Scania Euro VI a gas son una realidad en el transporte urbano en Europa. En Cartagena, desde 2015, operan 227 de ellos, y han ratificado que son la mejor opción para los centros urbanos. Estos buses reducen ciento por ciento las emisiones que afectan la salud de los bogotanos y generan 50 por ciento menos de ruido y vibraciones que la flota actual”, señaló Juan Carlos Ocampo, gerente general de Scania en Colombia. Las cualidades de los autobuses de la compañía no solo son tenidas en cuenta por los sistemas masivos de transporte público. Su positivo impacto ha interesado a diversos clientes, en la actualidad Scania ha vendido más de 600 vehículos propulsados a Gas Natural Vehicular con operaciones urbanas, larga distancia y de higiene urbana, que entrarán en operación en lo que resta de 2019 y durante 2020. Todos ellos contribuirán a que el aire de la capital, y del país, sea mejor. "El GNV brinda una excelente ‘performance‘ en términos operativos y de costos, así como también en materia de impacto ambiental, reduciendo la emisión de gases nocivos e incluso favoreciendo la disminución de contaminación sonora por el bajo nivel de ruido de los motores. En Colombia, este combustible conforma la mejor opción en el mediano plazo, a la espera del desarrollo total de la electrificación, que aún tiene muchos retos por delante, entre ellos la sustentabilidad económica", puntualizó Ocampo. Lea también: Los nuevos buses de TransMilenio, ¿el inicio del fin del diésel?