Para que el automóvil transitara del motor de vapor al de combustión interna tuvo que pasar casi un siglo. Hoy la tecnología incorporada en los autos avanza cada vez más rápido. Cada día hay nuevos materiales, nuevos objetos, nuevas ideas. Por eso, si las empresas del sector quieren estar a la vanguardia deben trabajar sin descanso en renovar el diseño, el desempeño, la seguridad y la conectividad de sus vehículos. Para Mazda esto no es un problema. La innovación y el empuje han estado en el ADN del fabricante japonés desde sus inicios. Incluso después del bombardeo a Hiroshima en 1945, que destruyó casi por completo el país, los trabajadores que sobrevivieron, reabrieron la compañía en solo cuatro meses y siguieron el ‘mukainada’ o espíritu de superación de la marca, que hoy se traduce en esa forma de hacer las cosas. Desde entonces y bajo esa esencia luchadora, se han desarrollado nuevos métodos de diseño que brindan una experiencia de conducción excepcional. En Mazda, el equipo de ingenieros y diseñadores sabe que la fabricación de vehículos es mucho más que construir máquinas que transporten personas y van un paso más allá: buscan darle alma a cada vehículo. A partir de esta forma de concebir los desarrollos, Mazda creó la tecnología Skyactiv que revolucionó el sector automotor a través de la reingeniería y optimización de sistemas como el motor, la carrocería, el chasis y la transmisión. También creó la seguridad proactiva i-Activsense, que activa sistemas de monitoreo continuo para alertar y prevenir posibles riesgos en la vía. Por su parte, el sistema Mazda Connect, ofrece acceso a audio, comunicación y navegación sin comprometer la seguridad del conductor. Así mismo, la filosofía de diseño Kodo, ‘Alma del Movimiento’, busca imprimir en el auto la belleza de la naturaleza. Todos los avances se realizan sin olvidar la filosofía de la empresa: ‘monotsukuri’, que significa ‘hacer las cosas bien’. Por eso, el compromiso de Mazda va más allá del placer al volante. Bajo ‘Zoom Zoom Sostenible’, su nueva visión a largo plazo, la compañía japonesa se suma al objetivo mundial de reducir el 50 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono en 2030. Para eso, desarrolla también vehículos cada vez más seguros y ecológicos. Así y solo así se pueden enfrentar los retos sociales, culturales y medioambientales de la humanidad.