La Banda Sinfónica de Tocancipá fue fundada en 1992 y es un motivo de orgullo para los habitantes de este municipio. Ha ganado casi todos los concursos de bandas que existen en Colombia y es reconocida como una de las mejores del país. Este año participó por primera vez en un mundial de bandas en Holanda y obtuvo la medalla de oro y una mención especial en su categoría. Este buen desempeño es el resultado de un proceso formativo de primera línea que les ha permitido a los instrumentistas alcanzar un nivel alto y que se ha desarrollado desde la Escuela de Formación Musical del municipio.En el año 2000, Germán Hernández llegó desde el departamento de Caldas para dirigir la banda. Pronto comprendió que se necesitaba una escuela para resolver el problema que surgía cuando los jóvenes terminaban el colegio: se iban del pueblo y la banda perdía sus integrantes. Más allá de cuestiones pragmáticas como esta, Hernández quería abrir un espacio en el que la música sirviera como pretexto para formar mejores seres humanos, educar en asuntos relativos a la ética y la pertenencia a una comunidad. Su propuesta tuvo buena acogida y aparecieron cada vez más familias interesadas en que sus hijos practicaran alguna actividad lúdica.Con el tiempo, surgió la necesidad de crear espacios diferentes al de la banda sinfónica. Había personas interesadas en cantar y en tocar instrumentos como el piano, el tiple y el violín. Entonces se armó la Orquesta de Cuerdas Sinfónicas y, posteriormente, se inició el mismo proceso con las cuerdas pulsadas (bandola, tiple y guitarra). De esta forma se fueron diversificando las líneas de formación musical. En la actualidad, la escuela reúne dos bandas sinfónicas de zonas rurales (veredas de La Fuente y Verganzo) y tres en el centro del municipio (la titular, la infantil y la prebanda); y siete bandas de marcha: una de adultos mayores, una de personas con capacidades especiales, una infantil en San Luis de Gonzaga, y cuatro de instituciones educativas. Todas estas alternativas pretenden abarcar diferentes grupos poblacionales y descentralizar los procesos de educación musical, romper con la idea de que la cultura es un privilegio de las zonas urbanas. Los tocancipeños han ido entendiendo que no hay una sola banda sinfónica, que pueden pertenecer a las bandas de su vereda y que esas son experiencias igual de importantes y significativas. Además, desde la Casa de la Cultura, se han adherido procesos interesantes de formación en danza, teatro y artes plásticas.La escuela de formación es gratuita y recibe a más de 1.800 personas. Se rige por un principio según el cual todos son bienvenidos para hacer música. La idea es que cada integrante pueda explorar el instrumento que le guste. Normalmente, cuando los niños se enrolan con su instrumento, las familias sienten la necesidad de adquirir uno propio y procuran hacer la inversión. Pero si su economía no se los permite, la escuela continúa prestando los suyos para que no se interrumpa el proceso de ningún músico.Otro aspecto valioso de la escuela es que está avalada por la Secretaría de Educación de Cundinamarca para otorgar títulos de técnicos en música, artes plásticas y escénicas. Estos programas buscan que los jóvenes que se encuentran en la escuela desde los 8 o 9 años tengan la posibilidad de continuar con una carrera musical cuando se gradúan del colegio. Desde que los más pequeños ingresan aprenden que cualquier banda se soporta en relaciones de interdependencia y cooperación; que deben practicar individualmente, con disciplina y honestidad, para elevar el nivel de todo el conjunto, y ser puntuales para respetar el tiempo y el trabajo de los compañeros. De este modo se forman para ser mejores miembros de la sociedad.La escuela siempre ha buscado involucrarse con la comunidad, organiza conciertos mensuales abiertos al público y en el mes de diciembre realiza un concierto de Navidad en el parque principal con más de 250 músicos en escena. Igualmente, tiene una gran cuota en el Festival de la Colombianidad, es responsable de varios de los eventos durante esos días, como los concursos del bambuco inédito para bandas sinfónicas y el de bandas de marcha.