Aunque el transporte de carga mantuvo sus operaciones durante la emergencia sanitaria, los ingresos se han visto afectados por la disminución en las ventas de los clientes que requieren de sus servicios. Así sucedió a compañías como Ditransa. Fundada en 1994, esta empresa de transporte de carga masiva y semimasiva, tanto seca como refrigerada, con operaciones en Colombia y Ecuador, tuvo que acelerar la transformación que venía liderando para garantizar la sostenibilidad ambiental, social y económica del negocio.
Carlos Mario Gutiérrez, gerente general de la compañía, cuenta que los cambios más significativos iniciaron entre marzo y abril, justo cuando se afectó la dinámica del negocio debido a las estrictas medidas de confinamiento. “Decidimos poner en pausa algunos proyectos y ajustar nuestro plan estratégico a la nueva realidad”.
La primera medida consistió en darle continuidad a los programas de transformación cultural, eficiencia y renovación del parque automotor. En este último, el objetivo es modernizar entre un 10 y 15 por ciento de los 900 vehículos, entre propios y preferenciales, que componen la flota de la compañía, para que pasen a gas natural vehicular. Con los primeros camiones marca FAW con tecnología Euro V, que empezaron a circular en enero de 2020, se reduce en un 90 por ciento la emisión de material particulado fino y en un 29 por ciento la de CO2. “La situación que estamos viviendo es un desafío; además de avanzar en estos programas, pudimos garantizar el empleo y los niveles salariales de nuestros más de 250 colaboradores. La medida se complementó con una revisión a fondo de los procesos de la compañía, a fin de optimizar nuestra operación y reducir costos y gastos”, explica Gutiérrez.
Ditransa también reafirmó su compromiso con la sostenibilidad social durante los meses más críticos del aislamiento. Al tiempo que facilitó el abastecimiento de los centros de producción y consumo del país, entregó más de mil bonos de alimentación a familias de bajos recursos en Antioquia a través de la Fundación Santo Domingo. Adicionalmente se encargó de la logística de la repartición de más de 30.000 mercados para la población vulnerable de las Islas Barú, en Cartagena. “Todas estas acciones corresponen a la definición de nuestro propósito superior que es generar progreso sostenible conectando con efectividad redes de valor”, reflexiona Gutiérrez.