Por Luis H. Corso*
Todos los días, a las ocho de la noche, durante tres meses me paré en el balcón de mi casa para aplaudir al personal de la salud que por vocación trabaja sin detenerse para enfrentar la emergencia del covid-19, exponiendo su vida. Aún hoy, ante la inexistencia de una vacuna, se siguen enfrentando valientemente a él.
Durante esas semanas no estuve solo, me acompañaron mi familia y mis vecinos. Incluso podía oír los aplausos desde otros lugares de Bogotá. Por primera vez en mi vida sentí que las personas se unían y no para hacer una burla o una protesta. Esta orquesta de aplausos tenía el mismo fin: honrar a los héroes de la salud que estaban dando todo por un país que hasta ahora despertaba a la pandemia; eran aplausos de admiración y agradecimiento y admiración, porque no han parado de trabajar un día, porque exponen sus vidas". El corto e incómodo silencio que surgió entonces fue roto por él: “Entonces los que trabajan contigo también son héroes, no pararon un solo día”.
Tenía toda la razón. Todo aquel que trabaja en alguna empresa que garantice el servicio de abastecimiento y logística es un héroe. No debemos olvidar que las sociedades portuarias, las empresas de transporte, los conductores de camiones, montacarguistas, cuadrillas de cargue, integradores de redes de suministro, patios de contenedores, agentes de carga, navieras, centros de distribución, agentes de aduana, así como muchos otros que se me quedan por fuera en este momento, no pararon de cumplir su misión.
Son héroes y también hay que aplaudirlos. Ellos salieron de sus casas sin dudarlo y se expusieron a la pandemia. Sin ellos no hubiesen llegado los tapabocas ni los termómetros a sus destinos, tampoco los medicamentos a las farmacias o los alimentos a supermercados y tiendas. El aguacate hass tampoco hubiese podido ser exportado, ni los cítricos, ni la gulupa. Sin ellos la economía se hubiese detenido, todo hubiese colapsado, el caos, el hambre y la enfermedad hubiesen reinado no solo en el país sino en el mundo entero.
Por eso hoy digo sin temor a equivocarme que en la logística también hay héroes. En el sector se perdieron vidas de personas anónimas que dieron todo por el bienestar de una familia y de un país. A ellos hoy les aplaudo, les agradezco y les reconozco su vocación, su entrega y su relevancia frente a los retos que en este 2020 nos impuso el covid. Les aplaudo porque la logística es la unión de lógica y ética. Lógica es pensar correctamente y ética actuar correctamente, y eso es lo que hacen los héroes.
*CEO Broom Group Caribbean Region Latam III.
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