Con la llegada de nuevas tecnologías y una mayor cobertura de internet, la educación está cambiando. Plataformas como FutureLear o edX sumaron en 2018 un total de 101 millones de usuarios registrados en más de 11.000 MOOC (cursos en línea masivos y abiertos) y programas profesionales que ofrecen 900 universidades de todos los continentes. En Colombia, de acuerdo con datos del Ministerio de Educación Nacional, las matrículas en programas virtuales pasaron del 13,6 por ciento en 2013, al 98,9 en 2016. “Los colombianos están confiando en estos nuevos modelos de aprendizaje porque la calidad no está determinada por el modelo de educación, sino por el diseño del plan de estudios”, afirma Luz Adriana Osorio, directora del programa ‘Conéctate’, de la Universidad de los Andes. Por eso, si está indeciso o indecisa sobre cuál modalidad se ajusta más a sus expectativas y necesidades, le contamos a continuación las ventajas que ofrece la educación presencial y la virtual. Lea también: Campus virtuales: una opción en crecimiento de esta misma edición Flexibilidad Tal vez este sea el aspecto más favorable de la educación virtual, pues su naturaleza no obliga a los estudiantes a desplazarse a un campus ni a tomar clases en bloques de horas, sino que se acomoda a sus necesidades y espacios. De acuerdo con un estudio hecho por la firma Deloitte en 2015, los trabajadores promedio pueden dedicar apenas el 1 por ciento de su tiempo a la semana (24 minutos) para estudiar. Otra investigación del grupo Brandon-Hall encontró que las modalidades virtuales consumen entre 40 y 60 por ciento menos tiempo que un programa presencial. Disciplina La virtualidad supone un alto compromiso individual y capacidad de organización. Por eso la motivación puede ser una barrera al momento de completar estudios. De acuerdo con el Ministerio de Educación Nacional, la tasa de deserción en modalidad virtual bajó del 27,6 por ciento en 1999 al 21,2 por ciento en 2016. Así mismo, la deserción presencial pasó del 29 al 11,5 por ciento en el mismo periodo. La presencialidad en un aula, la interacción social y el relacionamiento directo con los profesores y pares son algunos de los principales factores que facilitan la modalidad presencial. Costos Si bien la mayoría de MOOC se pueden tomar de forma gratuita, las plataformas de educación virtual ofrecen certificaciones en competencias a muy bajo costo: 29 dólares en el caso de Coursera, la certificación más económica en América Latina. “Si se habla de programas profesionales o de posgrado, los costos de matrícula entre uno y otro modelo no tienden a competir drásticamente”, explica Osorio, pues la calidad de los docentes y de recursos es la misma. Sin embargo, una encuesta realizada por el Politécnico Grancolombiano señala que apenas 27 por ciento de estudiantes virtuales incurrió en gastos posteriores a la matrícula, lo que puede representar, a largo plazo, un ahorro significativo en transporte, libros y materiales.