El Metro y el Metrocable de Medellín están entre las diez atracciones que TripAdvisor, el portal de recomendaciones más popular del mundo, sugiere visitar en la capital de Antioquia. Son dos íconos de la ciudad, de su paisaje urbano y del respeto de su gente. Sin embargo, no son los únicos protagonistas del Sistema Integrado de Transporte del Valle de Aburrá (Sitva), que también abarca el Tranvía, el Metroplús, las rutas alimentadoras, los buses tradicionales y las bicicletas del programa Encicla.Como autoridad de transporte, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá organiza, controla y vigila el sistema. No obstante, recientemente comprendió el impacto que tendría si también comenzaba a promocionarlo. “Podemos hacer que más gente utilice el transporte público si contamos con un servicio de gran calidad, buena cobertura y bien integrado”, asegura Viviana Tobón, subdirectora de Movilidad del Área.El Tranvía y el Metrocable, por ejemplo, cubren zonas de ladera y montaña donde no había transporte y además han generado intervenciones sociales en los espacios por los que transitan, como la recuperación del centro histórico propiciada por la llegada del tranvía y la salida de los vehículos que antes congestionaban el sector.En cuanto a la unificación de los medios de transporte del Sitva, todavía hay trabajo por hacer. El año pasado se reveló que el 58 por ciento de los viajes en transporte público en la región todavía se realizan en buses tradicionales, lo que despertó la idea de sumarlos al Sistema Integrado de Transporte del Valle de Aburrá. Es un proceso en marcha que deberá terminar para 2019.De forma simultánea, y gracias a la concertación con los transportadores, el Área ha logrado sacar de circulación no menos de un millar de buses viejos y reemplazarlos por vehículos con tecnologías limpias y baja emisión de gases a través de la creación de Cuencas de Transporte, que funcionan en buena parte del territorio y mejoran la calidad de vida de sus habitantes.