Muy pronto, titulares como ‘El tren pasó… Y no volverá’, que el periodista Daniel Samper Pizano escribió hace diez años tendrán un sabor más dulce. Al igual que el Estado, en asocio con entidades privadas a través de concesiones, ahora se suma un ente territorial departamental para unir esfuerzos y reactivar los 3.515 kilómetros que integran la red férrea nacional con un objetivo: dinamizar la economía, generar progreso y desarrollo. En esa misión colectiva Antioquia ha desempeñado un papel determinante. En su plan de desarrollo figura como prioridad la recuperación de 305 kilómetros de red férrea entre Puerto Berrío y La Pintada para poner en marcha un sistema de ferrocarril multipropósito que transporte pasajeros, movilice mercancía y también residuos sólidos urbanos. Su ubicación es estratégica, pues cruzará y beneficiará a los departamentos del Valle del Cauca, Quindío, Risaralda, Caldas, Antioquia, Santander, Cesar, Magdalena y cuatro subregiones antioqueñas (Suroeste, Valle de Aburrá, Nordeste, Magdalena Medio), donde vive el 70 por ciento de la población del departamento. El proyecto Ferrocarril de Antioquia permitirá que estas zonas vuelvan a conectarse por rieles con las terminales portuarias de Santa Marta y Buenaventura, lo que posibilitará un resurgimiento de su potencial exportador y dar un nuevo giro a su economía. Beneficios tangibles El tramo Caldas–Botero se fortalecerá como un sistema férreo multipropósito que transportará pasajeros, mercancías y residuos sólidos urbanos. Así mismo, mejorará el Sistema Integrado de Transporte Público del Valle de Aburrá (SITVA), pues el ferrocarril estará disponible en caso de contingencias del Metro de Medellín, actuará como sistema complementario para la movilidad de la región y se vinculará con una tecnología limpia que disminuirá las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero. Le puede interesar: Cisneros, la población que nació y creció con el Ferrocarril de Antioquia En relación con el transporte de mercancías y residuos sólidos urbanos, la Gobernación de Antioquia identificó los beneficios del ferrocarril. Algunos de los principales son: disminución en el costo de la operación y el mantenimiento, reducción del impacto ambiental, los tiempos de viaje, índices de accidentalidad en las vías y el consumo de combustible, que hoy se generan en el modo de transporte terrestre automotor, tanto para carga como pasajeros. Hay que construir corredores logísticos de carga intermodales y buscar la eficiencia que genera la cadena de valor comercial en el sector transporte –centros de producción, ferrocarril, puertos marítimos–, para lograr que Colombia llegue a niveles de competitividad similares a México, Chile o Perú en logística de transporte de carga para el comercio internacional. Con el Ferrocarril de Antioquia se está contribuyendo a impulsar el comercio exterior, el desarrollo regional y a integrar el territorio.