Según datos oficiales, desde que pasó a manos de Panamá el 31 de diciembre de 1999, el Canal ha aportado al Tesoro panameño 16.818 millones de dólares. Con la ampliación de la vía en 2016, para que buques de hasta 15.000 contenedores -el triple de su capacidad anterior- los ingresos del Estado se han disparado, al pasar de un promedio de 1.000 millones desde 2011 a los 1.786 del último ejercicio fiscal. 

Esas cifras contrastan con los 1.878 millones que le reportó a Panamá durante sus 85 años bajo administración de Estados Unidos, que inauguró la vía en 1914. En el año fiscal de 2019, el Canal obtuvo ingresos récord por 3.365 millones de dólares por peajes, servicios marítimos y venta de energía. También batió su marca de carga transitada con 450,7 millones de toneladas. Aunque su principal negocio siguen siendo el segmento de portacontenedores, los buques de gas natural licuado y de transporte de gas son los que registran mayor crecimiento en tránsito para una ruta cuyos principales usuarios son Estados Unidos y China. "Tanto la recuperación del Canal como su expansión han jugado un papel clave en el desarrollo del país en este siglo", dijo a la AFP Felipe Chapman, socio director de la firma de asesoría económica Indesa.

De acuerdo a Chapman, el Canal aporta un promedio anual de 6% del Producto Interno Bruto (PIB) y al menos el 20% de los ingresos del gobierno. Óscar Bazán, exdirectivo de la vía, calcula en un 30% el aporte del Canal y sus actividades comerciales y logísticas al PIB. Ese porcentaje se eleva a un 45% si se le agrega la actividad bancaria y aeroportuaria vinculada. El Canal ha supuesto un "impacto multiplicador en la economía" panameña, no sólo por sus aportes directos al Tesoro, sino también por la generación de miles de empleos, millones en inversiones y en el impuesto de la renta, manifestó el economista Horacio Estriví.