Las aerolíneas del continente y el mundo están haciendo dos cálculos por estos días. El primero es para determinar hasta cuándo les alcanzará el dinero que aún tienen en caja y el segundo en qué medida deben reducir su personal, flota aérea, rutas y frecuencias una vez se comience a reactivar la operación aérea. Con el cese intempestivo de estas en casi todo el mundo, las empresas dejaron de recibir dinero mientras los gastos de deuda, intereses y nómina se tenían que seguir cumpliendo.  Eso llevó a que las dos principales empresas aéreas del país tuvieran que acogerse a la ley de quiebras de Estados Unidos, la cual prevé la congelación inmediata de las deudas y sus intereses. Ese es el principal motivo para recurrir a esta norma en la unión americana. El caso más reciente se dio este lunes, cuando Latam anunció el ingreso al capítulo 11, lo cual le permitirá reorganizar sus cuentas en medio de la crisis económica mundial.

La deuda de Latam, al cierre de 2019, era de 10.365 millones de dólares, mientras que el efectivo disponible era de 1.459 millones de dólares. La primera siguió creciendo en el primer trimestre del año debido a los compromisos con los bancos e instituciones financieras (5.462 millones de dólares), deudas con los proveedores de aviones (1.730 millones de dólares) y otros pasivos de arrendamiento (3.172 millones de dólares).  Por el contrario, la segunda cifra se redujo debido a los compromisos con la nómina y otros gastos como impuestos. ¿Cuál es el problema para el caso de Colombia? Ante la parálisis de la operación, la compañía no descarta aumentar el número de despidos dentro de la compañía y cerrar rutas y frecuencias, por lo que la conectividad de las regiones resultará afectado.  Latam tiene cerca del 25 por ciento del mercado doméstico en Colombia y movilizó en 2019 cerca de 7 millones de pasajeros en el país. A esto habría que sumar las decisiones que pueda tomar Avianca en ese mismo frente, con el agravante de que esta compañía aérea tenía hasta antes de la pandemia el 50 por ciento del mercado.   Las dos compañías han sido enfáticas en decir que confían en salir de la ley de quiebras en 12 o 18 meses. Sin embargo, no está claro con qué capacidades quedarían estas y otras empresas del sector aéreo.

No solo hay que tener en cuenta la reapertura de los vuelos por parte de los gobiernos. El otro atenuante, y tal vez el más importante, es qué tanto querrá volar la gente de agosto en adelante.

Avianca también se acogió a la ley de quiebras en EE. UU., lo cual le permitirá reorganizar sus finanzas y seguir operando buena parte de sus rutas. En el caso de Latam, la firma prevé que en dos años o más se recuperará el tamaño del tráfico aéreo reportado a finales de 2019. También calcula que el mercado doméstico en América Latina podría estar activo en un 50 por ciento a finales de este año, pero todo depende de cómo evoluciona el virus. En caso de un rebrote de la covid-19 en los países de la región, cualquier previsión del sector aéreo podría ajustarse inmediatamente. Esa imprevisibilidad en la situación a corto y mediano plazo también dificulta la llegada de capital fresco a estas compañías, pues se complica determinar el riesgo de una posible inversión. Es por esto que Latam tampoco descarta deslistar su acción de la Bolsa de Valores de Nueva York en las próximas semanas. A pesar de esa difícil decisión, la compañía explicó que mantendrá su título en la Bolsa de Comercio de Santiago de Chile.

La noticia ya la sintieron los mercados. Las acciones de la aerolínea Latam se desplomaban hoy al mediodía un 35 por ciento en la Bolsa de Santiago de Chile, tras su entrada al capítulo 11 de Estados Unidos. En tanto en Wall Street perdía 4,80 por ciento para cotizar es 2,58 dólares la acción. La eventual vacuna contra el covid-19 y su efectividad será el otro gran rasero del sector en un proceso de reactivación de la actividad. Si se tiene una vacuna efectiva hacía finales de 2021 (cuando se prevé salga), la confianza retornará poco a poco y con ella las inversiones en el sector. Una situación diferente solo dificultará el proceso de recuperación.