El departamento de Santander, que al inicio del brote del virus fue un ejemplo por el control de la pandemia, declaró que se encuentra en alerta naranja por la ocupación de las unidades de cuidados intensivos. Esto quiere decir que se superó el 51 % de ocupación.Santander comenzó marzo con 365 UCI y, con la expansión hospitalaria, logró llegar a las 384 UCI. Sin embargo, este jueves se confirmó una ocupación del 67 % de la capacidad instalada, es decir, que solo hay disponibilidad de 126 camas UCI para tratar a pacientes de covid-19 y de las demás patologías.“Tenemos una disponibilidad de 126 camas UCI (38 %) para pacientes con distintas patologías, incluyendo covid-19. Por esta razón, el gobernador de Santander, Mauricio Aguilar Hurtado, declaró la alerta naranja en el departamento”, explicó el secretario de Salud departamental, Javier Villamizar Suárez.

De esa ocupación del 67 %, hay 19 pacientes de Santander con covid-19 y otros 7 pacientes que fueron remitidos a cuidados intensivos de otras zonas del país. En Santander hay 1.261casos activos a corte del 11 de julio, de los cuales 788 se recuperan aislados en sus casas y 88 en hospitales. Además, se han recuperado 351 pacientes y han fallecido 24.La situación en el principal hospital público departamental, el Universitario de Santander, es compleja: la ocupación de UCI es muy alta. Según le confirmó a SEMANA su gerente, Julián Niño, tienen 35 UCI en total, de las cuales 21 son para adultos y tienen una ocupación del 100 %; otras 6 son pediátricas y también tienen ocupación del 100 %, y 8 son neonatales y presentan una ocupación del 80 %. Sin embargo, Niño confirmó que en julio ingresarán a operación 22 UCI para adultos exclusivas para covid-19.Con esto, se han encendido las alarmas en el departamento. Según la Gobernación, se tomarán decisiones enfocadas en no seguir subiendo el nivel de ocupación de UCI, para no superar el umbral de la alerta naranja, que va del 51 al 74 % de ocupación.La mayor preocupación en el departamento está en las provincias Guanentá, Comunera, García Rovira y Yariguíes, que requieren una expansión en su capacidad hospitalaria, pero —según la Gobernación— dependen de que el Gobierno nacional envíe los ventiladores que le prometió al departamento.“En el caso de la provincia de García Rovira serían 7 unidades intensivas y 8 intermedias. En el municipio de Barrancabermeja, especialmente en el Hospital Regional Magdalena Medio, 9 intensivas y 11 intermedias. En el Hospital Manuela Beltrán de El Socorro se tendría una capacidad de 23 intensivas y 15 intermedias. Estamos a la espera de esta gran ayuda que requerimos con urgencia para Santander por parte del MinSalud”, dijo el secretario Villamizar.

En caso de llegar a la alerta roja, que ocurriría si se supera el 75 % de ocupación, el departamento podría volver a cuarentena estricta. “Eso lleva a tomar medidas muy restrictivas frente al confinamiento, es decir, que podría una población, una ciudad e incluso un país volver al confinamiento y a que el centro regulador de urgencias y emergencias tome el control de las unidades de cuidados intensivos”, explicó Felipe González, gerente departamental de la estrategia covid-19.El departamento le ha apostado a la reactivación económica conservando restricciones como el toque de queda y el pico y cédula. Este jueves, el gobernador Aguilar anunció que se mantiene el toque de queda hasta el 15 de julio y continúa suspendido el transporte intermunicipal.