El presidente de Tanzania, John Magufuli, denunció serias irregularidades de los datos oficiales del coronavirus en su país y pidió que se investiguen hechos confusos cometidos en el laboratorio nacional. El mandatario señaló que, de manera secreta, se mandaron al laboratorio muestras de animales, frutas y aceite de máquina como si fueran de personas, y tras recibir los resultados, una papaya, una codorniz y una cabra dieron positivo. El presidente Magufuli reveló estos falsos positivos y cuestionó la fiabilidad del material y del personal del laboratorio, mencionando posibles casos de "sabotaje".

"Es posible que haya errores técnicos o que los reactivos importados tengan problemas. También es probable que los técnicos estén siendo pagados para inducir al error", declaró en un discurso retransmitido por la cadena pública TBC. El jefe del Estado pidió al nuevo ministro de Asuntos Constitucionales y Jurídicos, Mwigulu Nchemba, que se haga cargo del asunto. Nchemba fue nombrado recientemente en sustitución de Augustine Mahiga, de 74, que falleció hace poco convirtiéndose en el tercer diputado de Tanzania muerto en solo 11 días. No se dieron explicaciones de la causa de su muerte. En abril, el Parlamento anunció que uno de sus diputados había dado positivo por coronavirus, sin precisar quién. Mientras tanto, la OMS negó que se hayan presentado fallos en las pruebas denunciadas por el presidente de Tanzania. "Estamos convencidos de que las pruebas (...) no están contaminadas por el virus", dijo el director de la OMS para África, Matshidiso Moeti, en una declaración ante los medios. "No estamos de acuerdo con la opinión" de Magufuli, añadió. También se pronunció sobre la polémica el director de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de la Unión Africana, John Nkengasong, quien afirmó que "Tanzania está usando la misma prueba que todos", por lo que considera improbable que solo en su caso estén dando fallos. El país del este de África, que anunció su primer caso el 16 de marzo, cuenta oficialmente con 480 casos del nuevo coronavirus, incluyendo 16 decesos, según el último balance publicado el miércoles.

Sin embargo, la oposición acusa a las autoridades de tapar datos y de no tomarse la epidemia en serio. Mientras que la mayoría de países del continente decretaron medidas de confinamiento y toques de queda, Tanzania únicamente cerró sus centros escolares, pero los comercios y el transporte continúan funcionando con normalidad. En marzo, cuando se empezaron a registrar casos, Magufuli instó a sus ciudadanos a encomendarse a Dios y mantener la economía del país funcionando. "Es hora de consolidar nuestra fe y seguir orando a Dios, en lugar de ponernos mascarillas en el rostro. No dejen de rezar en iglesias y mezquitas", había declarado el mes pasado en Dodoma, la capital política.

"Estoy seguro de que (el virus) desaparecerá rápidamente como lo han hecho otros", dijo en su momento. *Con infromación de AFP y Europa Press.