En el mundo han resultado infectados con el coronavirus 213.732.925 personas, mientras que la cifra de muertos llegó a 4.460.771, tras poco más de año y medio desde que hizo su aparición en Wuhan, la extensa capital de la provincia Hubei, en China central.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha insistido en que todas las hipótesis sobre el origen del virus siguen sobre la mesa, a pesar de que en un primer informe del propio organismo se había descartado que haya aparecido en un laboratorio.

Incluso el reporte apuntó que “no hay registros de virus estrechamente relacionados con el SARS-CoV-2 en ningún laboratorio antes de diciembre de 2019, o genomas que en combinación podrían proporcionar un genoma de SARS-CoV-2”.

Sin embargo, con el paso del tiempo Estados Unidos insistió en la necesidad de avanzar en la investigación, luego de que el gobierno del expresidente Donald Trump pusiera en duda esa conclusión e insistiera en que el coronavirus tuvo su origen en un laboratorio.

Eso llevó a que la OMS anunciara otra investigación, tras señalar que “todas las hipótesis siguen sobre la mesa. Este informe es un comienzo muy importante, pero no es el final. Todavía no hemos encontrado el origen del virus y debemos continuar basándonos en la ciencia al tiempo que no dejamos ninguna piedra sin remover”.

“Encontrar el origen de un virus lleva tiempo, y le debemos al mundo encontrar la fuente para que podamos tomar medidas colectivamente con el fin de reducir el riesgo de que esto vuelva a ocurrir. Ningún viaje de investigación puede proporcionar por sí solo todas las respuestas”, dijo en su momento el director del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

En medio de esa discusión, la experta viróloga Shi Zhengli, directora del laboratorio de Wuhan, hizo una predicción sobre la evolución de la pandemia tras asegurar que “seguirán surgiendo nuevas variantes”, incluso mientras el mundo lucha contra la variante delta.

Según la experta, la mutación de las cepas se debe a que el virus se había vuelto demasiado “grande”, lo que hizo que las variantes le dieran más poder y pudiera llegar a esquivar la protección de las vacunas, al menos en algunas personas.

China, que desde hace algunas semanas vive un rebrote de los casos de coronavirus debido a la variante delta, no registró en la víspera ningún contagio local nuevo por primera vez en un mes, una noticia que hace pensar que el foco ha sido atajado.

Sin embargo, hace apenas unos días se presentaron tres casos positivos en Hubei, de la que es capital Wuhan, donde se registraron los primeros casos.

Ante esta alerta, las autoridades decidieron entonces hacer pruebas diagnósticas a los 11 millones de ciudadanos y para ello movilizaron a 28 mil funcionarios sanitarios.

De acuerdo con las cifras de la Comisión Nacional de Sanidad de China, desde el inicio de la pandemia se han contagiado 94.687 personas en el país, entre las que 88.417 se han recuperados y 4.636 fallecieron. Hasta la fecha se ha realizado seguimiento médico a 1.151.965 contactos cercanos con infectados, de los cuales 44.471 continúan en observación.

Entre tanto, más de la mitad de la población de China, unos 777 millones de personas, ya han sido vacunadas con las dosis completas, con más de 1.830 millones de dosis administradas en todo el país.

“Según los resultados de la secuenciación genética, las fuentes de infección provienen del extranjero”, indicó He Qinghua, un representante del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de China.

China recurre sin dudar a confinamientos, tests masivos y aplicaciones de rastreo para frenar cualquier brote de coronavirus. Las fronteras están cerradas a la inmensa mayoría de extranjeros y los pocos que llegan deben respetar cuarentenas estrictas.

Con información de la AFP.