El Gobierno de Estados Unidos anunció este miércoles que a partir de la primera semana de enero de 2023 exigirá pruebas negativas de covid-19 a todos los viajeros aéreos provenientes de China, ante el aumento de los casos de contagio en ese país.

A partir del 5 de enero “todos los pasajeros aéreos de dos años o más cuyo origen sea China deberán hacerse una prueba de no más de dos días antes de su salida desde China, Hong Kong y Macao, y mostrar un resultado negativo a las aerolíneas al momento de la salida”, indicó el funcionario. “El rápido aumento reciente en la transmisión de covid-19 en China aumenta la posibilidad de que surjan nuevas variantes”, según acotó.

Según el funcionario, Pekín solamente ha proporcionado datos limitados sobre las variantes que circulan en China a las bases de datos globales, y las pruebas y los informes sobre nuevos casos también han disminuido.

“Según esta falta de disponibilidad de datos, es más difícil para los funcionarios de salud pública de Estados Unidos identificar nuevas variantes que se propaguen” al país norteamericano, dijo.

El requisito de la prueba se aplica a los pasajeros del transporte aéreo, independientemente de su nacionalidad y estado de vacunación, e incluye a las personas que viajan a Estados Unidos desde China a través de terceros países, así como a las que hacen escala en cualquier aeropuerto estadounidense.

La decisión se conoce luego del repentino giro en la política anticovid de Pekín que generó nerviosismo en el mundo.

China eliminó la exigencia de cuarentena para visitantes del exterior a partir del 8 de enero, la última medida vigente de su rígida política de cero covid.

La iniciativa provocó júbilo entre la población del gigante asiático que corrió a comprar pasajes aéreos internacionales.

Italia, Japón y Malasia también exigen pruebas

Pero no solo Estados Unidos anunció la exigencia de pruebas, lo hicieron también algunos países como Italia y Japón o Malasia

El Ministerio de Sanidad italiano señaló que la medida cobija a todos los pasajeros que lleguen al país desde China, después de que en algunos aeropuertos casi el 50 % de los viajeros que han aterrizado procedentes del país asiático dieran positivo.

“La medida es esencial para garantizar la vigilancia y la detección de posibles variantes del virus con el fin de proteger a la población italiana”, aseguró el ministro de Sanidad italiano, Orazio Schiallaci.

Desde el pasado viernes, el comité directivo del Instituto Superior de Sanidad italiano estaba realizando un seguimiento de la evolución del contagio de coronavirus en China y sometía a pruebas a algunos pasajeros que llegan desde este país.

En el aeropuerto de Malpensa (Milán), uno de los de mayor tráfico de Italia, la mitad de los pasajeros provenientes de China ha resultado positivo, según informaron fuentes de la región de la Lombardía.

Italia, destino para millones de turistas de todo el mundo, se convirtió hace casi tres años en el primer país occidental que experimentó un número muy elevado de casos de coronavirus, justo semanas antes de que la enfermedad se extendiera por todo el mundo con decenas de países en cuarentenas para intentar frenar la enfermedad.

China fue el país donde se detectó por primera vez la covid-19 y hasta el momento ha confirmado oficialmente 4,4 millones de casos y 16.764 muertes. En los últimos 28 días se ha informado de 815.995 casos y 787 muertes relacionadas con la enfermedad.

Se ve a un pasajero con equipo de protección en una estación de tren en Beijing el 28 de diciembre de 2022. (Foto de Noel CELIS / AFP) | Foto: AFP or licensors

Apertura de fronteras

La fecha decidida para la apertura está relacionada con los días de vacaciones que tienen en China por el Año Nuevo Chino, que en 2023 será el 22 de enero (del 21 al 27 de enero son los días festivos). El Consejo de Estado busca así una reactivación del turismo, tanto interno como emisor.

La Comisión Nacional de Sanidad de China anunció el pasado domingo que dejará de publicar los casos diarios de coronavirus, en un momento en el que el país experimenta un aumento de casos tras relajar algunas restricciones. Unos 248 millones de personas en China, el 18 % de la población, han dado positivo por coronavirus en las tres primeras semanas de diciembre.

La medida fue anuncia en medio de la peor ola de covid-19 de la historia en China. Incluso los médicos contagiados trabajan sin descanso para curar a los ancianos.

Las autoridades admitieron que ahora es “imposible” determinar el alcance de la epidemia, ya que las pruebas de detección dejaron de ser obligatorias y los datos son parciales.

En poco tiempo, el sistema sanitario se ha visto desbordado, las farmacias se han apresurado a abastecerse de medicamentos contra la fiebre y los crematorios tienen dificultades por la afluencia de cadáveres.

En el hospital de Nankai, en la ciudad portuaria de Tianjin (norte), a 140 kilómetros de Pekín, la AFP contabilizó unos 20 pacientes ancianos en camillas en la sala de urgencias.

La mayoría de ellos recibían medicación por vía intravenosa, mientras que otros presentaban dificultades respiratorias. Algunos parecían estar en parte o totalmente inconscientes.

“Todos tienen covid”, declaró un médico mientras uno de sus colegas se lamentaba de la falta de camas disponibles.

Los servicios de urgencias están más abarrotados de lo habitual “debido a la epidemia”, afirmó otro médico, que, pese a haber dado positivo por coronavirus, tuvo que seguir trabajando, como “casi todos” los demás equipos médicos.

A pesar de la importante oleada de infecciones, las autoridades sanitarias chinas dejaron de publicar diariamente las cifras de covid.

Además, el gobierno puso fin a los test generalizados y decidió cambiar la definición de muerte por coronavirus.

Pero hospitales y crematorios en toda China continúan desbordados, principalmente por la llegada de ancianos.

En un departamento específico para pacientes con fiebre, médicos con trajes protectores integrales trataban de atender a unos treinta pacientes al mismo tiempo, la mayoría personas mayores.

* Con información de AFP y Europa Press