El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, abandonó este miércoles 27 de julio el periodo de cuarentena por coronavirus iniciado hace casi una semana, tras dar negativo en dos pruebas consecutivas. Así lo confirmó el médico del primer mandatario, Kevin O’Connor, en un comunicado, donde detalló que los leves síntomas que, manifestaba el jefe de Estado, “ya casi se han resuelto por completo”.
“Dados estos factores tranquilizadores, el presidente suspenderá sus estrictas medidas de aislamiento”, señaló O’Connor, a quien más tarde el propio Biden agradeció su trabajo durante estos días.
“De vuelta al Despacho Oval. Gracias al doctor por la buena atención y a todos ustedes por su apoyo”, escribió Biden en una publicación en su perfil de Twitter, en la que adjuntó una fotografía de un test de antígenos negativo.
Sin embargo, O’Connor apuntó que el inquilino de la Casa Blanca seguirá utilizando tapabocas durante al menos diez días “siempre que esté cerca de otras personas”, siguiendo así las pautas marcadas por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
El caso de Biden, quien cuenta con el esquema completo de vacunación, más dos dosis de refuerzo contra el coronavirus, le ha servido a la Administración estadounidense para alentar a la población a inmunizarse. De hecho, el propio presidente celebró más tarde una rueda de prensa en los jardines de la Casa Blanca en la que aseguró que la ciudadanía puede tomar decisiones personales orientadas a evitar “casos graves”.
“Ahora se pueden prevenir la mayoría de las muertes por covid-19, y eso se debe a tres herramientas gratuitas en las que la Administración Biden ha invertido y ha distribuido: vacunas de refuerzo, pruebas en casa y tratamientos efectivos y fáciles de usar”, dijo.
En este punto, el mandatario insistió en que, gracias a su gestión, Estados Unidos ha logrado ponerles freno a las muertes por coronavirus, ya que, cuando ascendió a la Presidencia en enero de 2021, la covid-19 “estaba matando a miles de estadounidenses cada día”.
“Ese ya no es el caso. Puedes vivir sin miedo haciendo lo que hice, recibir refuerzos, hacerte la prueba y recibir tratamiento (...) En este momento, tenemos las herramientas para evitar que una persona se enferme gravemente o muera por covid-19, pero no nos detendremos ahí”, subrayó el mandatario.
El presidente estadounidense dio positivo por covid-19 el pasado jueves 21 de julio, eso sí, en todo momento su salud evolucionó favorablemente y tan solo presentó “síntomas muy leves”.
La rápida recuperación del presidente Biden, gracias a tener su esquema de vacunación completo, llega luego de que la FDA, agencia de medicamentos y alimentos de Estados Unidos, comunicara a los laboratorios productores que las vacunas de refuerzo contra el coronavirus para el otoño y el invierno boreal deberían incluir elementos dirigidos específicamente a las subvariantes BA.4 y BA.5 del ómicron.
Un comité de expertos invitados por la FDA para dar una opinión sobre la cuestión se pronunció el martes a favor de los retiros diseñados contra la variante ómicron, y la mayoría de los científicos consideraron que las cepas más recientes deberían ser el objetivo para evitar que se produzcan vacunas anticovid obsoletas por la rápida evolución del virus.
Las BA.4 y BA.5, que se transmiten más fácilmente y evaden de mejor manera el sistema inmunitario humano, representan ahora más del 52 % de los casos en Estados Unidos, según datos oficiales. Estas vacunas también tendrán que apuntar a la cepa inicial de covid-19 para ampliar la respuesta inmune.
Los laboratorios Pfizer y Moderna, que producen vacunas contra la covid-19 del tipo ARN mensajero, han estado desarrollando y probando inmunizadores contra la BA.1, la primera cepa de ómicron. Representantes de ambas compañías han sostenido que les tomaría alrededor de tres meses producir vacunas contra BA.4 y BA.5 a gran escala.
Con información de Europa Press y AFP