Los casos de covid-19 aumentaron un 93 % en África en una semana, informó la regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que también dio cuenta que pocos de los casos de la variante ómicron detectados en Sudáfrica han sido graves.
En su reunión informativa semanal, la Oficina Regional para África de la OMS, destacó la necesidad de mejorar la cobertura de vacunación en el continente, que en promedio sigue siendo muy baja.
En África se registraron más de 107.000 casos de covid-19 durante la semana que terminó el 5 de diciembre (en comparación con 55.000 la semana anterior), y la parte de la variante ómicron aún no fue determinada.
Los primeros datos procedentes de Sudáfrica indican que la variante “ómicron podría causar formas menos severas de la enfermedad”, precisa OMS África en un comunicado difundido en paralelo a la reunión.
Entre el 14 de noviembre y el 4 de diciembre, la tasa de ocupación de las camas de hospital en cuidados intensivos era de sólo 6,3 %. Según la misma fuente, “África representa actualmente 46% de los cerca de 1.000 casos de ómicron notificados por 57 países en todo el mundo”.
Hasta la fecha, diez países africanos han informado de casos de este tipo y África meridional registró el mayor aumento, con una media del 140 %.
La oficina regional de la OMS destacó que sólo el 7,8 % de los africanos estaban totalmente vacunados contra la covid-19.
Richard Mihigo, coordinador del programa de vacunación de la OMS en África, insistió en que la situación “es peligrosa y no puede continuar”.
También señaló que el suministro de vacunas en el continente sigue mejorando y que hay que avanzar en el “despliegue” y en la administración de las dosis, en particular a las personas más vulnerables.
En Sudáfrica se descubrió variante ómicron
Los accesos están estrictamente limitados en el laboratorio de Lancet Laboratories en Johannesburgo, la ciudad más grande de Sudáfrica, que detectó por primera vez ómicron, la variante del coronavirus que desató el pánico mundial, en donde cada día se analizan 18.000 test PCR.
Con túnica blanca y mascarilla, Eftyxia Vardas lidera a un ejército de laboratoristas, bioquímicos y colegas virólogos en una de las más grandes estructuras de los laboratorios privados Lancet.
Esta reputada viróloga clínica, que ha trabajado durante las últimas dos décadas sobre las epidemias de tuberculosis y sida, fue la primera en haber detectado, junto a su equipo, la existencia de la nueva variante de covid-19.
“Comprobamos que algo era distinto en nuestras pruebas de PCR”, señaló Vardas a la AFP, en tanto garabateaba curvas sobre un cuaderno. “No estábamos del todo seguros sobre qué era, si se trataba de una variante ya existente u otra nueva”, comenta.
El 25 de noviembre, el virólogo que se volvió célebre tras haber detectado a beta un año atrás, Tulio de Oliveira, confirmó en una conferencia de prensa el descubrimiento de una nueva variante en Sudáfrica. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la bautizó ómicron.
Una nueva oleada de la pandemia, que ha provocada la muerte de más de 5,2 millones de personas en el todo mundo desde que surgió en Wuhan, China, dos años atrás, es anunciada. En algunas horas, los vuelos fueron suspendidos y el mundo cerró sus puertas a Sudáfrica.
*Con información de AFP