Un tribunal autorizó este jueves la instauración de un toque de queda en una amplia zona de la región española de Cataluña, para frenar la escalada de contagios de la covid-19.

El Tribunal Superior de Cataluña anunció que “ratifica las medidas de protección de covid-19 solicitadas” por el gobierno regional catalán, que también incluyen el cierre de las discotecas y la limitación de las reuniones privadas a un máximo de diez personas.

El ejecutivo catalán había pedido autorización judicial para aplicar el toque de queda, de 1:00 a. m. a 6:00 a. m. en aquellas localidades donde la incidencia sobrepase los 250 casos por 100.000 habitantes en siete días, lo que actualmente abarca buena parte de la región nororiental española de 7,8 millones de habitantes.

Las restricciones, que por afectar libertades fundamentales necesitaban autorización judicial, entrarán en vigor a partir de la medianoche del jueves al viernes, la víspera de Nochebuena, y tendrán una duración inicial de 15 días en esta turística región.

Cataluña será la única región española con toque de queda.

Las medidas entrarán en vigor luego de que el gobierno central adoptara este jueves un decreto para volver a instaurar la obligatoriedad de portar tapabocas en exteriores en todo el país, que el miércoles registró un nuevo récord diario de contagios, con 60.041 casos en 24 horas. La medida fue nuevamente implementada seis meses después de haberla quitado.

La medida sobre el tapabocas, que entra en vigor el viernes y que el Gobierno del socialista Pedro Sánchez espera sea “temporal”, tiene ciertas excepciones, como para personas que practiquen deporte o se encuentren “en un espacio natural” como el campo o la playa y se pueda mantener la distancia, detalló el jueves la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en rueda de prensa.

El regreso del tapabocas en exteriores fue la medida más concreta anunciada la noche del miércoles al cierre de una reunión extraordinaria entre el gobierno central y los ejecutivos regionales competentes en España en materia de salud pública.

“Se establece la obligatoriedad del uso de mascarillas (tapabocas) en exteriores”, subrayó un comunicado del gobierno.

El texto fue difundido al tiempo que se celebraba una reunión extraordinaria entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los líderes de las comunidades autónomas del país para tratar las medidas contra la propagación de la variante ómicron.

“La máscara (tapabocas) ha demostrado en los últimos meses ser una herramienta eficaz en la prevención”, manifestó Sánchez.

Así mismo, dijo que habría algunas excepciones: practicar deporte, estar solo o con convivientes, en un espacio natural como la montaña o la playa.

Sánchez explicó que esta medida era “temporal” y que se retiraría “lo antes posible”. Igualmente, insistió en la necesidad de avanzar en la vacunación.

“La medida clave para hacer frente a esta fase de la pandemia es intensificar y acelerar el proceso de vacunación con la tercera dosis y la inmunización infantil. Hoy nos marcamos nuevos objetivos para continuar con este proceso. España puede lograrlo porque ya lo ha hecho antes”, indicó.

De su lado, la presidenta de Madrid, la conservadora Isabel Díaz Ayuso, descartó el jueves aplicar nuevas restricciones en su región.

España, uno de los líderes en vacunación, con 80 % de su población inmunizada, enfrenta, como muchos otros países, una nueva ola de covid-19 en medio de la propagación de la variante ómicron, más contagiosa.

De todas maneras, esta nueva ola ha sido menos grave que otras anteriores: 15,7 % de las unidades de cuidados intensivos está ocupado por pacientes covid, frente a 30 % a mediados de enero de 2021, según cifras del Ministerio de Sanidad.

A tiempo para Navidad

Pocos países del mundo apostaron por esta medida, la mayoría no obliga a llevar tapabocas al aire libre cuando se respetan distancias de seguridad.

En España se impuso a partir de los seis años en mayo de 2020, en plena primera ola y se levantó gracias a la mejora de la situación el 26 de junio, siempre que hubiera una distancia de 1,5 metros entre dos personas.

Sin embargo, muchos españoles seguían llevándola en exteriores.

La incidencia en España es de 784 casos por 100.000 habitantes en 14 días, una cifra cuatro veces superior a la que tenía el 1 de diciembre.

La gestión de los medios sanitarios es una competencia de las comunidades, pero el ejecutivo central puede decidir directamente por decreto el uso de los tapabocas.

Con información de AFP