Aunque pareciese que la pandemia por covid-19 ya llegó a su fin gracias a la masiva vacunación en la que han participado la mayoría de los habitantes en el mundo, lo cierto es que esta crisis sanitaria aún no finaliza. Muestra de esto es la alerta que han levantado las autoridades internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), en relación con la propagación de la nueva variante del nuevo coronavirus, conocida como ómicron.
De acuerdo con esta entidad, el contagio de esta variación se puede considerar “preocupante”, asegurando incluso que sustituirá a delta como la dominante en los próximos meses. De hecho, después de un poco más de un mes desde que se descubrió el primer contagio por ómicron (el pasado 9 de noviembre en Sudáfrica) ya son 89 los países en los que se ha registrado al menos un caso de contagio con esta variante de la covid-19.
“Los datos que tenemos sobre la gravedad clínica de la ómicron siguen siendo limitados. Se necesitan más datos para comprender el perfil de gravedad y cómo le afecta la vacunación y la inmunidad previa”, explicó la OMS con respecto a esta situación de salud.
Sin embargo, aún con varias investigaciones en curso y la falta de pruebas para poder tildar a ómicron como la variante más peligrosa del nuevo coronavirus, ya varios expertos han asegurado que la virulencia y transmisibilidad de esta enfermedad es un aspecto que hay que tener siempre presente.
Uno de los personajes en mostrar preocupación por esta situación es el director ejecutivo de BioNTech, Ugur Sahin, quien en conversación con el diario francés Le Monde aseguró que “debemos ser conscientes de que incluso los triplemente vacunados tienen probabilidades de transmitir la enfermedad”.
Añadió que, además del alto grado de transmisión de ómicron, uno de los temas que más preocupa, tanto a su compañía como a Pfizer, empresa con la que comparten la patente de una de las vacunas contra la covid-19, es la duración que pueda tener dicho biológico en la batalla contra esta variación.
“Los datos preliminares del Reino Unido apuntan a una eficacia de alrededor del 70 % después de la tercera dosis y alrededor del 20 % al 40 % después de la segunda dosis”, aseguró Sahin, añadiendo que es “obvio que estamos lejos del 95 % de eficiencia que habíamos obtenido contra el virus inicial”.
Lo mismo opinan los investigadores del Imperial College de Londres, que además bajaron el nivel de esperanza de inmunización contra ómicron, a menos del 20 % en los vacunados con dos dosis.
En cuanto a estas aseveraciones, Sahin manifestó que “los sudafricanos hacen observaciones similares. Sus datos también muestran que la protección contra formas graves después de dos dosis sería del 70 %, lo que creo que podría estar un poco subestimado. La tasa de infección primaria es alta en Sudáfrica, por lo que el grupo de control, con el que se compara nuestra vacuna, está indudablemente mejor protegido que una población convencional. Así que estoy esperando los próximos datos reales del Reino Unido sobre el tema”.
Aun con todo esto, para Sahin la situación no debe tomarse como una tragedia, ya que, según lo afirmó, se espera que en el caso de la vacuna de Pfizer/BioNTech ya exista una versión para el próximo marzo, cuya eficacia contra ómicron alcance los índices registrados a finales de 2020 contra el virus original.
“Lo que estamos evaluando es la adición de otros objetivos, ubicados en otra parte del virus. Actualmente BioNTech está realizando un trabajo de investigación básica sobre diferentes tipos de vacunas”, añadió el director de la farmacéutica alemana.