Varias ciudades chinas empezaron a realizar desde la semana pasada millones de pruebas para detectar casos de contagio de coronavirus, entre ellas Wuhan, el epicentro de la pandemia desde que se detectó el virus a finales del año 2019.
Las autoridades de la ciudad informaron este domingo que concluyeron una operación masiva de detección de covid-19, tras la identificación de un nuevo repunte de casos más de un año después de que el virus fuera detectado por primera vez.
Los tests fueron realizados a más de 11 millones de personas desde el martes pasado y dieron “básicamente cobertura completa” a todos los residentes de la ciudad, excepto a los niños de menos de seis años y los estudiantes en vacaciones, como explicó un alto cargo de Wuhan, Li Tao.
En una rueda de prensa, el funcionario confirmó que las autoridades sanitarias de Wuhan culminaron con éxito la operación masiva de detección, según informó la agencia estatal china de prensa Xinhua.
El pasado sábado, la ciudad registró 37 infecciones locales de covid-19 y contabilizó a 41 portadores asintomáticos del virus en la última ronda de pruebas, precisó Xinhua.
Las autoridades locales anunciaron la semana pasada que habían detectado siete casos de transmisión local entre los trabajadores migrantes en Wuhan. Cabe resaltar que estas infecciones pusieron fin a todo un año sin contagios locales, después del brote viral inicial que obligó a imponer un confinamiento sin precedentes en la ciudad a principios de 2020.
Según las autoridades, en esta campaña masiva se desplegaron más de 28.000 trabajadores sanitarios en unos 2.800 puntos.
El nuevo rebrote de contagios ha obligado a las autoridades sanitarias chinas a imponer nuevamente restricciones de viajes, confinamientos estrictos y aumento de millones de tests de covid-19, debido a que el pico de casos se ha registrado en más de 20 ciudades.
Se trata también de una nueva ola impulsada por la variante delta, que se propaga rápidamente. En Nanjing, ubicada en la provincia de Jiangsu, ya se han realizado tests diagnósticos a sus 9,2 millones de habitantes y se impusieron confinamientos de cientos de miles.
En las grandes ciudades, incluida Pekín, se testeó a millones de residentes, se acordonaron residencias y se puso en cuarentena a contactos cercanos de personas contagiadas.
China también lucha contra otro repunte de casos en la ciudad de Zhengzhou, epicentro de las recientes mortíferas inundaciones en la céntrica provincia de Henan. Con 27 casos de transmisión local detectados, las autoridades ordenaron el domingo un testeo masivo a sus 10 millones de residentes.
La principal causa del rebrote
Las autoridades sanitarias chinas aseguraron que la variante delta es la principal causa del peor brote de coronavirus registrado en este país en las últimas semanas.
China había logrado hasta ahora reducir los casos locales a prácticamente cero, lo que permitió reabrir la economía y los espacios públicos. Sin embargo, durante el mes de julio, el gigante asiático sumó 328 infecciones sintomáticas, casi las mismas que había registrado entre los meses de febrero y junio, según la Comisión Nacional de Salud.
“La principal cepa en circulación actualmente es la variante delta (...), lo que supone un desafío incluso mayor para la prevención del virus y el trabajo de control”, dijo en una conferencia de prensa Mi Feng, de la Comisión Nacional de Salud.
Centenares de miles de personas ya han sido confinadas en la provincia de Jiangsu, mientras en Nanjing 9,2 millones de residentes han sido sometidos a test de diagnóstico en dos ocasiones.
La turística ciudad de Zhangjiajie, en la provincia de Hunan, donde un puñado de casos asistió a una obra de teatro, confinó al millón y medio de residentes y cerró todas las atracciones turísticas.
Con información de la AFP.