En la ciudad de Cali, departamento del Valle, la demanda para la toma de pruebas de covid-19 aumentó en los últimos días, luego de la realización de la feria local durante la celebración de las fiestas de fin de año.

Las personas que asisten a estos puntos de atención de salud presentan síntomas como dolor de garganta, tos seca, malestar general fiebre y dolor de cabeza. También hay quienes buscan realizarse esta prueba, aunque sin tener algún tipo de reacción; quieren descartar el contagio, ya que han tenido contacto con personas positivas o que han confirmado que tienen el virus.

En este sentido, largas filas se han presentado e incluso dan la vuelta a la manzana. Asimismo, los funcionarios de salud que atienden estos puntos manifiestan que el sistema está colapsado y que pueden dar abasto con la cantidad de personas que desean tomar la muestra.

Dicho esto, los prestadores de la salud están recurriendo a entregar una cantidad mínima de turnos. Esta dinámica ha generado disgusto en los asistentes, ya que al no alcanzar las fichas asignadas deben verse obligados a volver al otro día a realizar este mismo proceso. En esta situación, hay personas que han realizado esta operación hasta por cuatro días y no han tenido éxito en la consecución de la prueba.

En diálogo con El Tiempo, una de las usuarias de este servicio, Martha Restrepo, manifestó que ha sido imposible conseguir un turno para la toma de la muestra.

“Me ha tocado voltear mucho, ayer fui a Jardín plaza y cuando llegué ya no había fichas. Me dijeron que habían repartido 100. Me fui a la IPS de la Flora y también ya habían repartido, y hoy madrugué más y tampoco he conseguido”, dijo Restrepo.

Otra de las usuarias que buscaba realizarse la prueba para saber si estaba contagiada o no de coronavirus manifestó que el desorden para la toma de las pruebas y la cantidad de gente han hecho que en dos oportunidades no haya tenido éxito para conseguir turno.

“Esta es la segunda vez que intento venir a hacerme la prueba, vine hace tres días y no se pudo porque solo había una persona tomando pruebas, la fila era interminable y había mucha desorganización”, contó Lina Rojas.

No solo las personas que acuden a estos puestos de salud móviles para pruebas covid-19 son las perjudicadas por la alta demanda en las muestras, también las personas que asisten a las EPS. Estas manifiestan que, además de las largas e interminables filas, el hisopado se realiza con una orden médica. Es decir, el usuario de la entidad prestadora de salud debe realizar una cita virtual con un médico y que este autorice la orden; sin embargo, no hay citas.

“No me han atendido y para mi hija saqué una cita, me la dieron para las 8:00 de la noche y nunca llamaron, por eso madrugué hoy”, dijo Jenny Melo, quien al ver que la EPS no le cumplió y angustiada por la incertidumbre tomó la decisión de buscar la prueba por su medio.

Por su parte, desde este sábado primero de enero el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, decretó alerta roja por un rápido aumento de casos de covid-19 entre los ciudadanos. Unos días antes, la Gobernación del Valle había decretado la alerta roja hospitalaria. El anuncio, que se dio de cara al cierre de la Feria de Cali, se justificó en un cambio en la relación de casos positivos ante la toma de muestras. Para el momento de la decisión, la capital de Valle del Cauca había pasado de una positividad del 13 % al 17,6 %; hoy se acerca al 20 %.

Además, según el Decreto 4112.010.20.1060 del pasado 30 de diciembre, se tomarán medidas estrictas y urgentes para reducir la velocidad de transmisión y evitar el colapso del sistema hospitalario.