Este viernes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, contó que sostuvo una reunión con Anthony Fauci, asesor principal de la Casa Blanca, en la que discutieron la necesidad de vacunas de refuerzo contra el virus de la covid-19 cada cinco meses, en lugar de cada ocho como se anticipó hace unos meses.
Este plazo más corto llevaría a Estados Unidos a aumentar la cantidad de dosis que tendrá que reservar para las inyecciones de refuerzo, ya que los países más pobres claman por más donaciones.
“La pregunta que surge es: ¿debería ser menos de ocho meses? ¿Debería ser tan solo cinco meses? Eso se está discutiendo. Hablé con el Dr. Fauci esta mañana sobre eso”, dijo el presidente Biden en la Oficina Oval durante una visita del primer ministro israelí Naftali Bennett.
De igual manera, enfatizó en que las vacunas de refuerzo para los estadounidenses “comenzarán aquí el 20 de septiembre en espera de la aprobación de la FDA y el comité de expertos externos de los CDC”.
El presidente no dijo lo que Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas del Gobierno, recomendó con respecto al momento de la inyección de refuerzo.
Pfizer y BioNTech pidieron hace unos días que la FDA apruebe una inyección de refuerzo para su vacuna que consta de dos dosis, y argumentan, con base en los datos, que una tercera inyección mejora la capacidad del cuerpo para combatir el virus. La vacuna similar de dos dosis de Moderna se fabricó con la misma tecnología.
La vacuna de única dosis desarrollada por la farmacéutica Johnson & Johnson también funciona mejor con una inyección adicional, explicó la compañía esta semana.
No obstante, el intervalo de tiempo que existe entre las dosis de las vacunas con las de refuerzo amenaza con debilitar el mensaje de la Casa Blanca, en medio del continuo escepticismo para recibir las vacunas por parte de ciertos grupos demográficos.
Al respecto, Jeff Zients, coordinador de respuesta contra la covid-19 de Biden, dijo el martes: “Esperamos que la regla sea simple. Reciba su vacuna de refuerzo ocho meses después de recibir su segunda inyección“.
Según los datos de los CDC, el 73,5 % de los adultos estadounidenses han recibido al menos una inyección de la vacuna que protege contra el nuevo coronavirus y el 62,8 % están completamente vacunados.
De igual manera, algunos estudios han demostrado que las vacunas reducen drásticamente el riesgo de síntomas graves, hospitalización y muerte, pero la alta tasa de vacunación no ha detenido un aumento en los casos de la variante delta, detectada por primera vez en la India, con un promedio diario de más de 156.000 nuevos casos, que iguala a los registros de enero de este año.