Un equipo de investigadores vinculados al Centro RIKEN de Ciencias de la Materia Emergente (CEMS) en Japón publicó un artículo en el que se destaca el desarrollo de un sistema de diagnóstico que permite identificar de manera rápida la cantidad de anticuerpos de coronavirus presentes en la sangre de una persona.
Los detalles de esta innovación fueron publicados en la revista científica Bulletin of the Chemical Society of Japan, fundada en 1926 y editada por la Sociedad Química de Japón. El sistema creado inmoviliza varias proteínas del SARS-CoV-2, lo que permite detectar con mayor eficiencia los anticuerpos que ha desarrollado el organismo humano.
“Se desarrolló un sistema de diagnóstico de microarrays automatizado para anticuerpos específicos de la proteína SARS-CoV-2 utilizando proteínas virales fotoinmovilizadas. La estrategia de fotoinmovilización se utilizó para inmovilizar proteínas mediante reacciones de reticulación de polímeros fotorreactivos”, explicaron los expertos en documento publicado.
Este sistema le permitió al equipo de investigadores esparcir soluciones acuosas de estas proteínas en una placa recubierta de polímero. Las soluciones se secaron al aire y luego las proteínas se inmovilizaron mediante irradiación con una lámpara ultravioleta. Posteriormente se llevó a cabo un método basado en la exposición de los elementos a la luz y finalmente el análisis de la cantidad de anticuerpos presentes en la sangre.
Cabe resaltar que el virus del SARS-CoV-2, generador de la enfermedad de covid-19, no es el mismo que contagió por primera vez a las personas en diciembre de 2019 en Wuhan, China. Muchas de las variantes del virus circulan ampliamente y son parcialmente resistentes a algunas de las terapias basadas en anticuerpos que se desarrollaron a partir del virus original.
¿Cómo funcionan los anticuerpos con las variantes?
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis han identificado recientemente un anticuerpo que es altamente protector en dosis bajas contra una amplia gama de variantes virales.
Este anticuerpo se adhiere a una parte del virus que difiere poco entre las variantes, lo que significa que es poco probable que surja resistencia en este punto. Los hallazgos, disponibles en la revista Immunity, podrían ser un paso hacia el desarrollo de nuevas terapias basadas en anticuerpos que tienen menos probabilidades de perder su potencia.
“Los anticuerpos actuales pueden funcionar contra algunas, pero no todas las variantes. Es probable que el virus continúe evolucionando con el tiempo y el espacio. Tener anticuerpos ampliamente neutralizantes y efectivos que actúen individualmente y se puedan emparejar para hacer nuevas combinaciones probablemente evitará la resistencia”, aseguró el autor principal Michael S. Diamond, profesor de medicina Herbert S. Gasser.
Los expertos han explicado que el Sars-CoV-2 utiliza una proteína llamada espiga para adherirse e invadir las células del tracto respiratorio del cuerpo. Los anticuerpos evitan que la espiga se adhiera a las células que neutralizan el virus y previenen el desarrollo grave de la enfermedad. Sin embargo, las variantes han adquirido mutaciones en sus genes de pico que les permiten evadir algunos anticuerpos generados contra la cepa original, lo que socava la eficacia de las terapias basadas en anticuerpos.
“Este anticuerpo es altamente neutralizante (lo que significa que funciona muy bien en concentraciones bajas) y ampliamente neutralizante (lo que significa que funciona contra todas las variantes)”, dijo Diamond, quien también es profesor de microbiología molecular y de patología e inmunología.
Para encontrar anticuerpos neutralizantes que funcionen contra una amplia gama de variantes, los investigadores comenzaron inmunizando ratones con una parte clave de la proteína de pico conocida como dominio de unión al receptor. Luego, extrajeron las células productoras de anticuerpos y obtuvieron 43 anticuerpos de ellas que reconocen el dominio de unión al receptor.