El proceso de vacunación en el mundo avanza y ha llegado a un porcentaje global del 46,3 % de la población inmunizada con al menos una dosis (3.609.367.190 vacunados) y 2.692.369.012 de personas con dosis completas. Pese a esto, aún se está lejos de la inmunidad de rebaño.
Por esa razón, las autoridades sanitarias han pedido mantener varias medidas de bioseguridad como el distanciamiento social y el uso del tapabocas, con el fin de evitar la propagación del virus mientras se logra ampliar la inmunización.
En ese sentido, el virólogo del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, Vincent Munster, indicó que se deben mantener ese tipo de medidas, en especial el uso del tapabocas debido a la alta transmisibilidad de las nuevas cepas.
De acuerdo con recientes estudios, el coronavirus está evolucionando para propagarse de manera más eficiente por el aire.
Las autoridades han advertido que la manera más recurrente de propagación es a través de gotas que pueden flotar a distancias largas y contagiar a las personas por la expansión de partículas, lo que, de acuerdo con los especialistas, hacen necesarios especialmente el uso obligatorio del tapabocas y el distanciamiento social.
“Es como una modificación del virus para una transmisión más eficiente, que es algo que creo que todos esperábamos, y ahora lo vemos sucediendo en tiempo real”, señaló Munster.
Según explicó, los estudios permitieron determinar que las variantes genéticas de SARS-CoV-2 continúan detectándose en todo el mundo y las variantes de preocupación (COV) se definen por cambios fenotípicos, incluida una transmisión mejorada.
Así mismo, se pudo evidenciar que esta transmisibilidad es importante, ya que define la infecciosidad, susceptibilidad, patrones de contacto entre individuos y estrés ambiental sobre el patógeno durante su propagación.
Aunque insistió en que “este no es un escenario de Armagedón”, el aumento en el potencial de transmisión de partículas obliga al desarrollo e implementación de intervenciones preventivas no farmacéuticas como el caso del uso del tapabocas, que se convierte en una barrera eficaz para la propagación y evitar rebrotes.
En el documento publicado por los expertos, teniendo en cuenta que la cobertura de la vacunación no ha sido suficiente y, en muchos casos desigual, se involucran también medidas como la ventilación, la desinfección del aire y el distanciamiento social, que “deben seguir considerándose herramientas esenciales en las estrategias de mitigación del riesgo de transmisión y exposición al coronavirus”.
El equipo científico también advirtió que las partículas pequeñas viajan a distancias mucho más largas que las más grandes, por lo que la posibilidad de infección es más alta, especialmente cuando se trata de la variante alfa.
Incluso en otro análisis se encontró que las personas infectadas con alfa exhalaban alrededor de 43 veces más virus en diminutas partículas que aquellas infectadas con variantes más antiguas.
El análisis publicado en la revista Clinical Infectious Diseases indica que el SARS-CoV-2 está evolucionando hacia una generación más eficiente, por lo que se insiste en la necesidad de mantener las medidas de bioseguridad, que únicamente podrían levantarse hasta que las tasas de vacunación sean muy altas.
De acuerdo con los científicos, esa ultratransmisibilidad de las variantes puede deberse a una combinación de factores como que las dosis más bajas de virus de nuevas variantes logren ser altamente infecciosas, que las variantes se repliquen más rápido o que se exhale más del virus variante en partículas pequeñas.
Ante la evolución del virus que lleva a la adaptabilidad para subsistir no se puede descartar que las nuevas variantes resulten aún más transmisibles.
Aunque con los pronósticos de mutación se pueden hacer las proyecciones frente al control del brote actual, no es posible prever posibles resurgimientos del virus.
Los expertos advierten que, por ejemplo, en el hemisferio norte, el pico del verano impulsado por la variante delta estaría terminando, con lo cual probablemente esta sea la última gran ola de covid-19, al menos en Estados Unidos.
El excomisionado de la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), Scott Gottlieb, autor de Uncontrolled Spread, un nuevo libro sobre covid-19, coincidió con esa previsión, aunque advirtió que salvo algo inesperado, “soy de la opinión de que esta es la última gran ola de infección”.
Aclaró que la pandemia está lejos de terminar a nivel mundial y dijo que el desafío para el resto del mundo será distribuir la vacuna en lugares remotos.