Datos de la Universidad Johns Hopkins revelan que en el mundo hay actualmente 196,41 millones de casos confirmados por el nuevo coronavirus, de los cuales 4,19 millones de personas perdieron la vida a causa de la enfermedad.

Sin embargo, todavía se llevan a cabo estudios en todo el mundo para determinar los factores que hacen que el cuerpo humano sea más resistente al virus de la covid-19.

Sobre esto, una nueva investigación científica determinó que las células T no son irreemplazables a la hora de recuperarse de la enfermedad aguda por el virus, pues la depleción de esta células no necesariamente agrava la enfermedad, y tampoco explica la resistencia natural de los monos Rhesus a la enfermedad de forma grave.

Adicionalmente, es importante tener en cuenta que los organismos fuertemente empobrecidos en células T continúan generando fuertes respuestas de memoria ante una segunda infección. Estas denominadas células T son glóbulos blancos de la sangre que maduran en el timo, un órgano ubicado debajo del esternón, el cual se desarrolla entre el nacimiento y los 25 años, por el que circulan por la sangre y la linfa.

Una vez el organismo es atacado por algún patógeno, aparece primero una respuesta inmune innata y posteriormente se activan las células T del sistema inmune adaptativo para eliminar restos del patógeno. Algunas se transforman en células T “de memoria” y persisten en el organismo.

Así afecta la covid-19 al cerebro

Tras el inicio de la pandemia de coronavirus, a comienzos de 2020, diversos estudios han abordado los efectos de la covid-19 en quienes sufren la enfermedad.

Una investigación publicada hace unos meses en la revista Science Alert aborda los efectos “persistentes” e inusuales que causa en el cerebro. Entre ellos se incluyen la fatiga, la pérdida de memoria, confusión y otras anomalías, que son conocidas como ‘niebla mental’ o ‘cerebro covid’.

Según la publicación, como parte del estudio, los investigadores examinaron el líquido cefalorraquídeo de 18 pacientes con cáncer que experimentaban disfunción neurológica (también conocida como encefalopatía) después de haber sido infectados con el virus SARS-CoV-2 y haber superado la enfermedad.

Según señaló al medio el investigador Jan Remsik, en el estudio descubrieron que estos pacientes “tenían inflamación persistente y altos niveles de citocinas en el líquido cefalorraquídeo, lo que –señaló– explicaba estos síntomas que experimentaban.

“Las citocinas son una amplia categoría de proteínas que participan en la señalización del sistema inmunológico. En algunos casos de coronavirus, una sobreproducción de estas moléculas da como resultado lo que se conoce como una tormenta de citocinas, que puede causar una inflamación excesiva y es potencialmente mortal”, subrayó la publicación.

“Si bien este es el estudio más grande hasta la fecha para demostrar este vínculo potencial entre la covid-19 y los efectos neurológicos posteriores a la infección, necesitaremos muchos más datos para ahondar esta asociación”, agregó el texto, en el que se indicó que sus hallazgos sugieren que los medicamentos antiinflamatorios “podrían ser útiles para mitigar la confusión mental en los pacientes”.

Neuronas

El coronavirus puede infectar las neuronas, desencadenar respuestas inmunitarias locales y causar complicaciones neurológicas y psíquicas, señaló recientemente otro estudio publicado en Países Bajos.

La propagación del virus se detiene rápidamente y se limita a unas células del cerebro, pero esta infección mínima causa una reacción de las “citoquinas”, mensajeros entre las células inmunitarias, que desempeñan un papel en la inflamación local, concluyó el estudio, publicado en una revista estadounidense especializada en microbiología, mSphere.

“Lo que hemos visto es coherente con el hecho de que la infección por SARS-CoV-2 lleva pocas veces a una encefalitis severa porque el virus se propaga de manera incontrolable en el cerebro”, dijo en un comunicado Debby van Riel, investigadora en virología en el hospital Erasmus MC, en Róterdam.

“Pero el hecho de que el SARS-CoV-2 pueda eventualmente penetrar en el cerebro vía el nervio olfativo e infectar localmente las células, lo que causa a su vez una respuesta inflamatoria, puede ciertamente contribuir a trastornos neurológicos”, precisó.

Desde el inicio de la pandemia, enfermos del mundo entero señalaron trastornos neurológicos y psiquiátricos, como problemas de memoria, dolores de cabeza, psicosis raras e incluso encefalitis (inflamación del tejido cerebral).

Una persona de tres que ha superado la covid-19 tuvo un diagnóstico de trastornos neurológicos o psiquiátricos durante los seis meses después de la infección, indicó en abril un amplio estudio publicado en el diario especializado The Lancet Psychiatry.

Cada vez más datos indican que el virus podría entrar al cerebro a través del nervio olfativo. Sin embargo, lo que pasa después de la entrada del SARS-CoV-2 en el cerebro sigue mal comprendido.

“Además de lo que indica nuestro estudio, el sistema inmunitario desempeña probablemente también un papel. Investigaciones suplementarias son necesarias para saberlo”, precisó la investigadora Femke de Vrij, del departamento de psiquiatría del hospital Erasmus.

Los investigadores observaron el virus en un corto espacio de tiempo en laboratorio, en células naturales de cultivo, obtenidas a partir de cepas pluripotentes inducidas (iPS).

“También examinamos un número limitado de tipos de células cerebrales”, agregó De Vrij, subrayando que otras investigaciones facilitarán aprender más sobre los “efectos de una infección viral en las estructuras cerebrales a corto y largo plazo”.