A pesar de que en varios países avanzan los planes de vacunación para hacerle frente al coronavirus que deja hasta el momento en el mundo al menos 5.624.706 fallecidos, existen personas que se resisten a inocularse, algo que complica aún más aquello que los científicos han llamado la inmunización del rebaño, para evitar que el virus siga avanzando.

Entre la preocupación más común entre aquellos que aún se resisten a las vacunas contra la covid-19 están los posibles eventos adversos de las dosis.

Ante ese panorama, una reciente revisión de estudios arrojó que el efecto nocebo, una versión negativa del efecto placebo, es el responsable de más de dos tercios de los eventos adversos atribuidos a la vacuna contra el coronavirus.

Investigadores del Centro Médico Beth Israel Deaconess en EE. UU. analizaron los datos de 12 ensayos clínicos de vacunas y hallaron que el efecto nocebo representó alrededor del 76 % de todas las reacciones adversas comunes después de la primera dosis y alrededor del 52 % después de la segunda dosis.

Dichos hallazgos que fueron revelados en la revista Jama Network Open indicaron que una proporción sustancial de los efectos secundarios más leves, como dolores de cabeza, fatiga a corto plazo y dolor en el brazo, no son producidos por los componentes de la vacuna.

Por el contrario, los investigadores establecieron que efectos como los nombrados anteriormente son generados por otros factores que se cree que generan la respuesta nocebo, incluida la ansiedad, la expectativa y atribuir erróneamente varias dolencias a haber recibido el pinchazo.

Vale destacar que el efecto placebo es un conocido fenómeno que mejora la salud física o mental de una persona después de tomar un tratamiento sin beneficio terapéutico farmacológico, por ejemplo, una pastilla de azúcar o una jeringa llena de solución salina.

“Los eventos adversos después del tratamiento con placebo son comunes en los ensayos controlados aleatorios (...) Recopilar la evidencia sistemática con respecto a estas respuestas nocebo en los ensayos de vacunas es importante para la vacunación contra la covid-19 en todo el mundo, especialmente porque se informa que la preocupación por los efectos secundarios es una razón para no vacunarse”, indicó Julia W. Haas, autora principal del estudio.

Los 12 ensayos clínicos analizados incluyeron informes de efectos adversos de 22.578 receptores de placebo y 22.802 receptores de vacunas.

Por otra parte, este lunes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró que el fin de la fase aguda de la pandemia quizá llegue este año, aunque el coronavirus provoca actualmente una muerte en el mundo cada doce segundos.

“Podemos poner fin a la fase aguda de la pandemia este año, podemos poner fin al covid-19 como urgencia sanitaria mundial”, el nivel de alerta más elevado de la OMS, declaró su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Para lograrlo, los países no deben quedarse de brazos cruzados y están obligados a luchar contra la desigualdad en la vacunación, vigilar el virus y sus variantes y aplicar restricciones adaptadas, explicó en la apertura del comité ejecutivo de la OMS, que se reúne esta semana en Ginebra.

Sin embargo, en África, el 85 % de la población ha recibido únicamente una dosis de la vacuna, subrayó.

Además, advirtió que es “peligroso suponer que (la muy contagiosa variante) ómicron será la última variante”, porque las condiciones son “ideales” en el mundo para que otras variantes surjan, incluso otras más transmisibles y virulentas.