El Gobierno francés anunció este miércoles que exigirá un test de covid-19 negativo a todos los viajeros de fuera de la Unión Europea que aterricen en Francia, estén o no vacunados, una medida que responde al temor por la expansión de la variante ómicron de coronavirus, de la que ya se han detectado 13 casos “sospechosos” en Francia.
El portavoz del Ejecutivo, Gabriel Attal, señaló en rueda de prensa que quienes lleguen de países extracomunitarios deberán presentar una prueba realizada con un máximo de 48 horas de anterioridad, estén vacunados o no.
Los viajeros llegados a Francia desde la UE que no estén vacunados también tendrán que mostrar un test negativo realizado 24 horas antes.
Francia, que suspendió en noviembre los vuelos con algunos países africanos, como Botsuana, Namibia o Mozambique, retomará las conexiones con estas zonas a partir de este sábado, aunque solo se permitirá viajar a franceses, ciudadanos de la Unión Europea, personal diplomático y de la Marina, siempre y cuando al regresar al país se produzca un aislamiento de siete días, explicó Attal.
En este sentido, el secretario de Estado de Asuntos Europeos de Francia, Clément Beaune, indicó en una entrevista este miércoles a la emisora francesa RTL que “veintitrés países europeos han tomado las mismas medidas (que Francia) para restringir el acceso o suspender vuelos”.
El anuncio se dio a conocer luego de que el ministro de Salud de Francia, Olivier Véran, aseguró ante la Asamblea Nacional que “la situación se está agravando” en el país. Olivier agregó que los casos de coronavirus están aumentando en 60 % semanalmente.
El país registró 47.000 nuevos casos de covid-19 en las últimas 24 horas, la cifra más alta desde abril. Es por esto que el ministro invitó a vacunarse a los ciudadanos que aún no lo han hecho y recordó que la dosis de refuerzo ya está habilitada para todos los adultos mayores del país.
El pasado lunes, 29 de noviembre, Francia tenía 9.860 pacientes de covid-19 hospitalizados, de ellos 1.749 en cuidados intensivos. Sin embargo, el ministro aseguró que de no ser por la vacuna, los hospitales estarían colapsados. “Sin la vacuna, los hospitales estarían desbordados”, reconoció.
Según las cifras dadas por la Dirección General de Sanidad, 51,9 millones de personas han recibido en el país al menos una dosis de la vacuna contra la covid-19, una cantidad equivalente a 77 % de la población total y 50,8 millones tiene ya el esquema completo de vacunación, lo que equivale que 75,4 % de los habitantes de la nación ya están vacunados. Además, se ha administrado una dosis de refuerzo a 7,3 millones de personas.
OMS Europa advierte “necesidad urgente” de cumplir medidas de prevención
Entre tanto, la Organización Mundial de la Salud para Europa, capítulo Europa, advirtió de la “necesidad urgente” de tomar medidas preventivas, incluida la vacunación, para ayudar a detener la propagación de la covid-19, ante la llegada del invierno y el aumento de casos en ese continente.
De hecho, en las últimas semanas, la Región Europea de la OMS ha experimentado un enorme aumento del número de casos. Solo en la última semana se han registrado más de 2,5 millones de nuevos casos y 29.466 muertes por la enfermedad.
Como dice la directora de la gestión de la covid-19 en Europa, Katie Smallwood, después de dos años de trastornos pandemia, “todos estamos naturalmente desesperados por volver a la sensación de normalidad y recuperar las libertades que teníamos antes de la pandemia, pero, desgraciadamente, aún no lo hemos conseguido”.
“Este es un momento crítico para nuestras sociedades y tenemos que estar realmente atentos ante las posibles amenazas a las que nos enfrentamos este invierno”, señaló.
Evitar cierres generalizados
En Europa, algunos países están viendo la introducción de cierres parciales y totales a medida que la situación epidemiológica empeora.
La jefe de la Sección de Salud Pública y Medidas Sociales (parte del equipo de Apoyo a la Gestión de Incidentes de covid-19), Ihor Perehinets, indicó que “los cierres tienen graves repercusiones en las economías, los medios de subsistencia y la salud mental, y solo deben utilizarse como medida de último recurso”.
“Nuestra última campaña, que está siendo desplegada por las oficinas de los países, hace hincapié en que todos podemos ayudar a evitar los cierres este invierno vacunándonos y adoptando las demás medidas de protección personal que han demostrado ser eficaces”, señaló.
Así las cosas, estas medidas incluyen: limpiarse regularmente las manos; mantener la distancia física con los demás; utilizar una mascarilla (tapabocas) en espacios cerrados; toser o estornudar en un codo doblado o en un pañuelo de papel; evitar los espacios cerrados, confinados y abarrotados y garantizar una buena ventilación en los espacios interiores.
“Combinando todas estas medidas con la vacunación cuando nos toque, podemos reducir significativamente el contagio, no solo de covid-19 sino también de otros virus respiratorios como la gripe que también circulan durante el periodo invernal”, puntualizó.
Así las cosas, la OMS Europa insistió en la importancia de adoptar estas medidas de forma habitual para ayudar a detener la infección y frenar la propagación del virus.
“De la misma manera que pensamos habitualmente en ponernos el cinturón de seguridad cuando conducimos para protegernos de las lesiones, deberíamos limpiarnos habitualmente las manos y mantener la distancia con otras personas para protegernos del contagio de la enfermedad”, explicó así mismo, la directora de la gestión de la covid-19 en Europa, Katie Smallwood.
Por ello, la OMS Europa instó a los gobiernos y a las autoridades a maximizar el alcance de la vacunación a todos, especialmente a los grupos vulnerables y elegibles. “Esto incluye poner en marcha sistemas adecuados para garantizar un acceso fácil y asequible a la vacunación y una gran aceptación de la misma”, urgen desde el organismo sanitario de las Naciones Unidas.
“Sin embargo, ningún país puede simplemente vacunar para salir de la pandemia. Por sí sola, la vacunación ayuda a reducir la infección y la transmisión, pero no las previene por completo. Además de las vacunas, los países deben utilizar otras tácticas para reducir la curva de la pandemia”, adviritó.
Según indicó, estas tácticas incluyen animar y permitir que la gente adopte las medidas de protección personal enumeradas anteriormente, así como reforzar las intervenciones de salud pública, como las pruebas y el rastreo de contactos, la secuenciación genética de las muestras de las pruebas para confirmar los casos, y el seguimiento de la aparición y propagación de nuevas variantes.
“De este modo, los países pueden evitar tener que aplicar medidas más estrictas más adelante”, puntualizó la OMS Europa.
*Con información de Europa Press.