Tras casi dos años de pandemia y con las diferentes vacunas y biológicos que existen es incierto saber cuándo será el final de esta condición que afecta a todo el mundo. Además, cada que empiezan a disminuir los casos a nivel mundial surge una variante que nuevamente dispara los índices de contagio en las regiones del planeta.

En este sentido, tras estar casi cerca de una normalidad absoluta se han evidenciado medidas en los diferentes continentes en las que se restringen eventos masivos, deportivos y demás donde se pueda exponer a la gente al contagio, sin importar que las personas estén vacunadas o no.

Recientemente, el mundo registró un récord de casos de covid-19 en los últimos siete días, con una media de más de 935.000 contagios detectados por día del 22 al 28 de diciembre, según un recuento efectuado a partir de balances oficiales.

Estas cifras, las más altas desde el inicio de la pandemia a finales de 2019, se basan en los números comunicados a diario por las autoridades sanitarias de cada país. Una parte importante de los casos menos graves o asintomáticos sigue sin detectarse, a pesar de la intensificación de los tests en muchos países. Además, las políticas de testeo difieren de un país a otro.

Con 6.550.000 casos registrados entre el 22 y el 28 de diciembre, o 935.863 por día en promedio, el virus circula actualmente a una velocidad sin precedentes, significativamente superior al récord anterior, alcanzado entre el 23 y el 29 de abril (entonces se habían registrado 817.000 casos diarios).

En este sentido, las personas constantemente se preguntan cuándo será el fin de la pandemia, pues el panorama actual hace que esto cada vez este más lejos.

Frente a esta realidad, varios virólogos señalaron que ómicron es el ‘inicio del fin’, refiriéndose a la fecha de retorno de la normalidad.

Adolfo García Sastre, famoso epidemiólogo que hace parte del equipo de investigadores del hospital Monte Sinaí en Nueva York (Estados Unidos), en entrevista con un medio español, manifestó la importancia de que ómicron sea “menos severa” que otras variantes de la covid-19, ya que, a pesar de ser más contagiosa, este factor no se traduce también en más letalidad, lo que resulta ser una “bendición” en medio de la crisis sanitaria actual.

“Si Ómicron nos llega con una severidad igual que Delta o las anteriores, hubiera sido mucho peor”, dijo en conversación con el programa ‘Espejo Público’ de Antena 3.

Asimismo, resaltó que aunque ómicron tomó a las autoridades médicas por sorpresa, lo cierto es que dicha “falta de preparación” no debería ser tomada como una tragedia en el mundo. Afortunadamente, según García, ómicron no representaría una amenaza tan severa como delta, llegando a extremos de pensar que esta variante, incluso, podría ser la clave para el fin de la pandemia, esto si los estándares y cifras de vacunación se mantienen en constante crecimiento en todo el mundo.

De acuerdo con el experto, tanto las dosis de refuerzo como los biológicos que se desarrollen específicamente para atacar a ómicron, podrían ser esenciales para que, aunque la mayoría de las personas se contagien, la enfermedad no sea vista por primera vez en mucho tiempo como “letal”.

“Ómicron puede ser el fin de la pandemia, es una posibilidad que no descartamos. Se parece más a un virus respiratorio normal, aunque es capaz de dar lugar a muchas infecciones. Con dosis de refuerzo y la gente que va a estar expuesta a ella, que dará lugar a una inmunidad, y una vacuna más basada en esta variante, creo que tendríamos acabados los problemas que este virus da”, indicó.

Por otra parte, en Twitter se conoció un video de dos virólogos de la Escuela Icahn de Medicina, Ana Fernández Sesma y Adolfo García Sastre, quienes afirman que gracias a la vacunación masiva las variantes, aunque tengan mayor factor de contagio, son menos letales.

Contrario a las primeras cepas del coronavirus, los expertos afirman que la situación sanitaria está próxima a acabar. Así lo reconocen Zvika Granot, médico israelíes de la Universidad Hebrea de Jerusalén.

“Hemos estado conviviendo con el coronavirus por dos años y hemos visto aparecer nuevas variantes, y una nueva variante, por definición, es más contagiosa que la anterior (...) generalmente, los virus que son muy agresivos no son muy contagiosos y los que son muy contagiosos no son muy agresivos”, afirmó Granot