Mientras el mundo discute la liberación de las patentes para permitir una producción masiva de vacunas contra el coronavirus ante los problemas de elaboración y distribución, algunos países avanzan en el desarrollo de sus propios inmunizantes.

Entre tanto, se avanza en la vacunación en muchas de las naciones en las que las cifras generan preocupación, así como en el mundo, porque hasta este jueves se han aplicado 623.922.672 dosis, que cubren apenas un 8% de la población. De este dato, 290.614.938 corresponden a personas completamente inmunizadas.

Muchos territorios, incluidos aquellos con un número elevado de muertos, no han tenido acceso a los biológicos, en parte porque la logística y el almacenamiento de los mismos en congeladores ultrafríos son complicados.

En medio de este panorama, Alemania avanza en una vacuna desarrollada por una pequeña empresa llamada CureVac, que la próxima semana dará a conocer los resultados de su ensayo clínico en fase III. Según científicos, este fármaco pertenecería a la segunda ola de inmunizantes que podrían aliviar colectivamente la demanda mundial.

“La firma biotecnológica alemana CureVac cree que la Unión Europea podría aprobar su vacuna contra la covid-19 a finales de mayo o junio”, dijo Thorsten Schueller, portavoz de la farmaceútica en el diario Augsburger Allgemeine.

Agregó que “ya estamos muy avanzados en los ensayos clínicos de fase tres y estamos esperando los datos para el paquete final de aprobación”, dijo, tras comentar que Curevac sigue planeando producir hasta 300 millones de su vacuna este año.

De acuerdo con algunos expertos, CureVac tiene una ventaja importante sobre las otras vacunas de ARN de Moderna y Pfizer-BioNTech (que deben mantenerse en un congelador profundo): se mantiene estable en una heladera, lo que significa que podría entregar más fácilmente el poder recién descubierto de las vacunas de ARN a las partes del mundo más afectadas.

El cofundador de ese labotaroio, Ingmar Hoerr, dijo que “el ensayo de la vacuna contra la covid-19 de la compañía es la culminación de un cuarto de siglo de trabajo con ARN, una molécula que ayuda a convertir el ADN en proteínas que hacen el trabajo de nuestras células”.

Los investigadores de la farmaceútica también descubrieron cómo colocar las moléculas de ARN en burbujas grasas para protegerlas de la destrucción en su viaje hacia las células. Quizá lo más importante es que ellos utilizaron una forma de ARN que podría permanecer estable a temperaturas relativamente cálidas. En lugar de requerir un congelador, la vacuna de CureVac podría refrigerarse.

Alemania viene avanzando en una vacuna desarrollada por una pequeña empresa llamada CureVac, que la próxima semana dará a conocer los resultados está de su ensayo clínico en fase III.

Cuando hizo su aparición la pandemia de coronavirus, CureVac, BioNTech y Moderna se unieron para fabricar vacunas de ARN. Sin embargo, BioNTech y Moderna salieron adelante pronto, en parte gracias a aliados con mucho dinero. BioNTech se asoció con el gigante farmacéutico Pfizer, mientras que Moderna trabajó con los institutos nacionales de salud y recibió mil millones de dólares del gobierno de Estados Unidos como parte de la Operación Warp Speed. Mientras tanto, CureVac se quedó atrás.

Los investigadores avanzaron con sus recursos limitados, diseñando una molécula de ARN que codifica una proteína que se encuentra en la superficie del coronavirus, llamada pico. Los experimentos con hámsteres demostraron que podría proteger a los animales del virus.

En junio, el gobierno alemán invirtió 300 millones de euros (alrededor de 360 millones de dólares) en la investigación del covid-19 de CureVac, y pronto otros inversores lo siguieron. En diciembre, después de los datos prometedores de los primeros estudios de seguridad, la empresa comenzó su prueba final, denominada Fase III, que recluta a 40.000 voluntarios en Europa y América Latina.

La compañía verá la próxima semana, por primera vez, los datos cuando 56 voluntarios desarrollen la covid-19. Si la mayoría de ellos está en el grupo de placebo y pocos en el grupo de vacunados, será una prueba de que la vacuna funciona.

¿Cómo funciona?

Teniendo en cuenta que este inmunizante se desarrolló siguiendo el principio de ARN Mensajero, el ácido ribonucleico transfiere el código genético procedente del ADN del núcleo celular a un ribosoma en el citoplasma, la parte de la célula que se encuentra entre el núcleo y la membrana plasmática. En el citoplasma se descifra la información para que el cuerpo humano produzca la proteína del virus, que desencadena la reacción inmunológica para protegerse de él.

Esta vacuna, basada en información genética, transporta las instrucciones para que las células del cuerpo humano fabriquen el antígeno que activa al sistema inmunitario y el organismo humano produce anticuerpos y células T para combatir el SARS COV2 en caso de infección. Así se consigue la inmunidad.

Hace poco más de un mes, CureVac anunció que incluyó en sus ensayos las nuevas variantes del virus y confirmó su objetivo de entrar al mercado en el segundo trimestre.

La firma de biotecnología justificó esta inclusión en “la propagación rápida de nuevas variantes del virus” en América Latina y Europa, donde realiza desde fines de 2020 su tercera y última fase de ensayos clínicos, según un comunicado.

Se trata de probar en esas regiones “la eficacia del candidato a vacuna para las variantes específicas” del coronavirus, agregó la empresa.

“Nuestro objetivo es proteger a la población y en particular a los grupos de edad de riesgo”, declaró Ulrike Gnad Vogt, directora de desarrollo en CureVac, la empresa que se alió a los gigantes farmacéuticos suizo Novartis y alemán Bayer, que participarán en las fases de producción futuras.