La variante delta supuso un cambio de planes para el mundo entero. Desde los ciudadanos de a pie hasta los gobernantes y farmacéuticas están en una encrucijada que todavía no se resuelve. Ahora, una de las preocupaciones que surge es el impacto que puede tener sobre los menores, que han salido bastante bien librados durante la pandemia, ya que el SARS-CoV-2 suele afectar a los mayores y enfermos.

Ahora, hay evidencia de que los más pequeños sí pueden tener síntomas severos y tener que ser ingresados a hospitales. En Estados Unidos cerca de 72.000 niños y niñas contrajeron la enfermedad entre el 22 y el 29 de julio, una cifra cinco veces mayor a la de finales de junio, según informó el martes la Academia Estadounidense de Pediatría.

En Colombia, la proporción de niños y niñas hospitalizados es de cerca del 2 %, mientras que la proporción de los que han muerto es del 0,3 %. Hasta el momento, la proporción se mantiene en el tiempo, no ha variado, pero como la variante delta es reciente, puede que la tendencia cambie en los próximos días. Sin embargo, eso no es claro aún, según explica Germán Camacho, infectólogo pediatra, profesor asistente del Departamento de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL).

“Se ha demostrado que la variante delta es más contagiosa que las otras, pues en este caso se pueden infectar al menos 10 personas entre adultos y niños, afectando directamente a quienes no están vacunados, es decir, adultos que por decisión propia no se ha inmunizado y los niños menores de 12 años sin comorbilidades”, dice.

El profesor resalta que actualmente los únicos niños en Colombia que tienen acceso a la vacuna contra la covid-19 son los mayores de 12 años con comorbilidades. Aquellos sin preexistencias y los menores de este segmento no tienen aún habilitación para la etapa 5 de vacunación, lo que hace que, en parte, este sea el grueso de la población infantil más afectada por la variante delta, a falta de la protección que la vacuna brinda.

“Otra de las razones fundamentales por las cuales en algunos países se han presentado mayores contagios en los niños es que en muchos lugares se han relajado las medidas de cuidado y bioseguridad. Al avanzar el proceso de vacunación y registrarse disminución de los casos, las personas han visto innecesario seguir usando el tapabocas, tener distanciamiento físico y demás medidas clave para evitar la propagación del virus”, agrega Camacho, quien aclara que no existe ninguna particularidad biológica de los niños y niñas que haga que se contagien más.

Sin embargo, a falta de un biológico para ese grupo etario de los más jóvenes y el contagio por parte de los adultos que no quieren vacunarse, el riesgo se incrementa por obvias razones.

Debido a lo anterior, “el mensaje de prevención es muy claro y se trata de que los padres se vacunen, ya que, independientemente del laboratorio o la vacuna, todas son altamente efectivas para disminuir el contagio, la hospitalización y la muerte por covid-19”, afirma el doctor.

Asimismo, señala que las personas vacunadas pueden transmitir la variante delta o cualquier otra, pero que el riesgo disminuye a medida que los cuidadores se vacunan, y los mayores de 12 años que ya pueden recibir la vacuna, también lo hacen.

De acuerdo con el especialista, en la medida en que avancen los estudios, es probable que a final de año las vacunas sean ya probadas en menores de 12 años. “Lo otro es que no se debe dejar de lado el lavado de manos, el uso de tapabocas ni la distancia física, pues son las medidas más importantes en todos los espacios, colegios, casa y demás zonas de circulación”, advierte.

Finalmente, aunque ratifica que por ahora el comportamiento del virus no ha cambiado, no se debe bajar la guardia y es fundamental que los padres y madres de familia reciban la vacuna, que está disponible en todo el país.