Un grupo de científicos publicó un artículo en la revista The Lancet en el que aseguran que el SARS-CoV-2, causante de la covid-19, se transmite principalmente por vía aérea y por tal razón las autoridades deben tomar medidas para reducir la transmisión.
“Proponemos que es un error científico utilizar la falta de evidencia directa del SARS-CoV-2 en algunas muestras de aire para poner en duda la transmisión aérea mientras se pasa por alto la calidad y solidez de la base de evidencia general”, alertan.
Los especialistas detallan que “existe evidencia sólida y consistente de que el SARS-CoV-2 se propaga por transmisión aérea. Aunque otras rutas pueden contribuir, creemos que es probable que la ruta aérea sea la dominante. La comunidad de salud pública debe actuar en consecuencia y sin más demora”.
Asimismo, los científicos enumeraron diez razones que evidencian que la transmisión del virus es mayor por vía aérea, según lo ha citado la fundación argentina Femeba.
1. Los eventos de superpropagación como las interacciones humanas pueden ser los principales impulsores de la pandemia. “La alta incidencia de tales eventos sugiere fuertemente el predominio de la transmisión por aerosoles”.
2. El virus se trasmite entre personas en habitaciones adyacentes, pero nunca en presencia de otras personas como lo son el caso de los hoteles. Esta sería una la transmisión a largo plazo.
3. La transmisión del virus de las personas que son asintomáticas o presintomáticas del SARS-CoV-2. Según los expertos, este tipo de contagio en el mundo equivale al 59 % de toda la transmisión mundial. “Las mediciones directas muestran que hablar produce miles de partículas de aerosol y pocas gotas grandes, que apoya la ruta aérea”.
4. La transmisión del virus es mayor en interiores que en exteriores. “Ambas observaciones apoyan una ruta de transmisión predominantemente aérea”.
5. “Se han documentado infecciones nosocomiales en organizaciones de atención de la salud”.
6. En experimentos de laboratorio, el SARS-CoV-2 permaneció infeccioso en el aire hasta por 3 horas con una vida media de una hora, según los científicos.
7. Se ha identificado el SARS-CoV-2 en filtros de aire y conductos de edificios en hospitales con pacientes con covid-19.
8. “Los estudios en los que participaron animales enjaulados infectados que se conectaron a animales no infectados enjaulados por separado a través de un conducto de aire han demostrado que la transmisión del SARS-CoV-2 solo puede explicarse adecuadamente mediante aerosoles”.
9. Los especialistas señalan que “ningún estudio ha proporcionado pruebas sólidas o consistentes para refutar la hipótesis de la transmisión aérea del SARS-CoV-2”. Sin embargo, aclaran que algunas personas han evitado contagiarse del SARS-CoV-2 al compartir aire con infectados, lo que podría explicarse en diversos factores.
10. Hay evidencia limitada para apoyar otras vías de transmisión dominantes, es decir, gotitas respiratorias o fómites, explican los científicos en el artículo.
En el mundo hay más de 141.01 millones de casos de coronavirus, más de 3 millones murieron por el virus y más de 80,4 millones de personas se recuperaron de la enfermedad.
Las principales comorbilidades de las personas que han muerto por la enfermedad siguen siendo hipertensión arterial, diabetes, obesidad, epoc, enfermedad cardiovascular y renal.
Ante el aumento de casos de coronavirus, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se pronunció y reseñó que, con casos y muertes que aumentan a un ritmo “preocupante”, el mundo se está acercando a la tasa más alta de infección vista hasta ahora desde el inicio de la pandemia de covid-19.
“A nivel mundial, el número de casos nuevos por semana casi se ha duplicado en los últimos dos meses. Algunos países que anteriormente habían evitado la transmisión generalizada ahora están experimentando un fuerte aumento de las infecciones”, alertó el director de la entidad, el doctor Tedros Adhanom Gebreyesus, durante su conferencia bisemanal.
Tedros explicó más tarde que las causas del aumento son bastantes: las variantes de rápida propagación, el uso inconsistente y la flexibilización prematura de las medidas de salud pública, la comprensible fatiga de poblaciones con restricciones sociales y la dramática inequidad en la cobertura de vacunas.