A pesar de las recomendaciones para que los ciudadanos utilicen tapabocas en sitios cerrados debido a la pandemia del coronavirus, este jueves se conoció el caso de una pareja que fue expulsada de un restaurante por negarse a quitárselo.

El hecho ocurrió en Texas, Estados Unidos, cuando una pareja que disfrutaba de una romántica cena fue obligada a abandonar el establecimiento público ante su negativa por quitarse la mascarilla que usaban para proteger a su bebé inmunodeprimido de cuatro meses de edad.

Sin embargo, a pesar de esa situación excepcional, debieron salir del lugar mientras que el propietario justificó la decisión porque su establecimiento tiene una política de no usar tapabocas porque no quiere seguir disposiciones del Gobierno estadounidense.

“Gasté mi dinero, puse mi sangre, sudor y lágrimas en este negocio y no quiero mascarillas aquí. Siento que la reacción general con las máscaras en Estados Unidos es ridícula en este momento”, señaló el propietario del local Hang Time Sports Grill & Bar, al canal de televisión KTVT, afiliado a CNN.

Por su parte, Onsite! Tv destacó también la información: “Una pareja fue expulsada de un restaurante de Texas después de usar una máscara porque querían proteger a su hijo de 4 meses, quien dicen que está inmunodeprimido”.

Entre tanto, la pareja conformada por Natalie Wester y su esposo, José López Guerrero, quedó perpleja ante el pedido de una de las camareras para que se quitaran los tapabocas.

Según lo que explicaron, ellos usan este elemento de protección porque no quieren contagiarse de coronavirus y luego poner en peligro la vida de su bebé, que sufre de fibrosis quística.

“Aproximadamente 30 minutos después, nuestra camarera se acerca y se sienta a mi lado y dice: ‘Oye, nuestro gerente está en la cocina y no es tan amable como yo, así que vine aquí para hablar con ustedes y, lamentablemente, esto es una política. Nuestro gerente no cree en la mascarilla. Está cansado de que le digan qué hacer, ya sabe, la política en el país, por lo que tendrá que quitársela’”, narró la joven madre.

La mujer reconoció que se “quedó sin palabras” luego de que la empleada le explicara que eran directrices del gerente a lo que, según dijo, le indicó que eran clientes asiduos al local y que tenían un hijo con el sistema inmunológico deprimido, pero la camarera no cedió.

A pesar de las justificaciones médicas, el propietario del local les ordenó abandonar el establecimiento.

“Se les recordó que se quitaran las mascarillas en la entrada y no quisieron, así que les pedimos que se fueran”, resaltó un testigo.

Según la afectada, junto con su esposo salen pocas veces desde que nació su hijo y advirtió que la experiencia les ha hecho sentir que no vale la pena, tras señalar que “es un caso tener que lidiar con personas como estas que son antimascarillas (tapabocas) (…) y que lo están convirtiendo en un tema realmente político cuando debería ser un tema científico”.

A pesar de la situación que tuvieron que enfrentar, Natalie Wester señaló que no planea emprender acciones legales contra el restaurante, pero que al compartir experiencia lo que busca es “alentar al propietario a que revise sus políticas y también alentar a sus clientes a que quizás analicen de nuevo a quién le están dado su dinero”.

El pasado 10 de marzo, el gobernador de Texas, Greg Abbott, levantó la obligatoriedad de usar tapabocas y dijo que las empresas de cualquier tipo podían abrir al 100 % de su capacidad.

Sin embargo, a nivel de condado, los jueces no pueden encarcelar a las personas que no siguen las órdenes de covid-19, dijo. Y si una persona no usa una máscara, no enfrentará sanciones.

“Si las hospitalizaciones por covid en cualquiera de las 22 regiones hospitalarias en Texas aumentan alrededor del 15 % de la capacidad de camas de hospital en esa región durante siete días seguidos, entonces un juez del condado en esa región puede usar estrategias de mitigación de covid en su condado”, dijo Abbott.

En el caso de los Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) han advertido que el uso de tapabocas se recomienda incluso para las personas vacunadas, especialmente en lugares públicos cerrados si se encuentran en áreas de transmisión alta o si un miembro de su hogar tiene un sistema inmunológico debilitado.