El mundo en general vive situaciones sociales difíciles a causa de la pandemia del coronavirus. Más allá de los 2,3 millones de muertes causadas, la consecuencia más dolorosa, y sus efectos socioeconómicos, la humanidad enfrenta el reto de buscar un camino para su reintegración internacional, porque la mayoría de los países han instaurado bloqueos a sus fronteras y restricciones para la entrada y salida de personas.

Frente a este grave hecho, el exprimer ministro británico, Tony Blair, publicó una llamativa columna en el Daily Mail en la que plantea la necesidad de que las diferentes naciones se pongan de acuerdo, de manera urgente, sobre el uso de una especie de ‘pasaporte covid’, que permita la reintegración.

Para Blair, el que la mayoría de las naciones hayan elegido “el bloqueo” como medio de protección ha causado unos efectos económicos y de salud muy graves porque ha incrementado las tasas de desempleo y los modos de subsistencia, algo que le pesará, sin duda, a las generaciones futuras.

Blair plantea que, junto a su equipo de trabajo e investigadores del Instituto para el Cambio Global, creen que la única forma de volver a la normalidad mundial y social es que cada persona pueda certificar su estado de covid-19, es decir que pueda comprobar que se realizó una prueba del virus recientemente o que ya ha sido vacunado.

La clave, dice el líder, es que ya más de 120 países del mundo están haciendo chequeos y protocolos para que los viajeros que llegan a sus territorios desde otras naciones certifiquen su estado de salud, es decir, que deben presentar una prueba negativa contra el virus.

“Esos requerimientos, naturalmente, se trasladarán ahora a la vacuna. Para eso puede ser clave la tecnología, pues con ella podemos hacerlo de manera efectiva y bajo las medidas necesarias de seguridad y privacidad”, resume.

Para Blair, el nombre es lo de menos, puede ser un ‘pasaporte’, un certificado o un comprobante médico, pero insiste en que es una necesidad global, ya que es una gran necesidad actual, porque según Blair “el mundo no puede quedarse encerrado para siempre”.

Viajeros en la estación de Waterloo durante la hora pico de la mañana en Londres, el martes 12 de enero de 2021. Foto AP / Victoria Jones. | Foto: AP

Eso sí, advierte el político británico, los líderes mundiales deben hacerlo bajo precauciones especiales, con planificación y coordinación razonable, para evitar que con la reapertura de fronteras el virus tenga una propagación masiva y así lograr controlar cualquier tipo de brotes.

“No se trata de discriminación u hostilidad hacia aquellos que no están vacunados o examinados. Es un deseo completamente comprensible saber si aquellos con los que nos mezclamos pueden ser portadores de la enfermedad”, agrega.

El texto publicado señala que estos bloqueos y los encierros generalizados han afectado directamente cosas que parecen muy simples, pero son vitales para la salud pública, como los tratamientos médicos de casos crónicos, como el cáncer y las enfermedades cardiacas.

Por eso, señala que es consciente que los bloqueos se mantendrán a corto paso y todo depende de la velocidad con que se ejecuten los programas de vacunación masiva “que permitan una inmunización colectiva”.

“Las nuevas variantes de covid-19 tienen mayores tasas de transmisión y no menor letalidad, y a eso sumándole que puede haber más variantes, nos plantea solo dos caminos: vacunación masiva o bloqueos permanentes, concluye Blair.

El exprimer ministro cierra su columna, sin embargo, con una mirada optimista debido a la gran lucha científica que se ha planteado para generar vacunas. De hecho, cree, que lo logrado en su país con la vacuna de Oxford/AstraZeneca le da una buena posición en el mundo y podría, por qué no, lidera el proceso de la reintegración.

“¿Qué pasaría si en algunos países logramos vacunar a la mayoría de la población, pero otras naciones se quedan atrás en sus programas?”, pregunta finalmente Blair.