Las farmacéuticas Pfizer y Moderna aumentaron los precios de sus vacunas contra la covid-19 a través de un acuerdo con la Unión Europea, según reveló este domingo el Financial Times, que pudo consultar el contrato.
El precio de la vacuna de Pfizer aumentó de 15,50 euros (71.399 pesos colombianos) a 19,50 euros (143.468 pesos colombianos) la unidad y la de Moderna, de 19 (87.438 pesos colombianos) a 21,50 euros (98.943 pesos colombianos), según el rotativo financiero británico.
Este incremento se produce en pleno aumento de los casos en el Viejo Continente a causa de la variante delta, ante la cual las vacunas de las estadounidenses Pfizer y Moderna deberían ser eficaces para evitar las formas graves del coronavirus, según los primeros estudios.
Contactada por la agencia AFP, la Comisión Europea no quiso hacer declaraciones tras esta revelación. Las farmacéuticas tampoco reaccionaron.
Bruselas siempre se opuso a revelar el precio de sus pedidos de la sustancia inmunizante, aunque en diciembre un ministro belga desveló en Twitter, antes de borrarlo poco después, un fichero en el que indicaba el precio prometido por cada unidad por la UE: 1,78 euros (8.191 pesos colombianos) para la vacuna de AstraZeneca y 18 dólares para la de Moderna (71.604 pesos colombianos)
La UE acordó en mayo un nuevo contrato con Pfizer/BioNTech para adquirir 1.800 millones de dosis de su vacuna del covid-19 hasta 2023, aunque no indicó el precio.
La presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció en julio que lograron su objetivo de disponer del número de dosis suficientes para vacunar al 70 % de los europeos adultos (336 millones de personas).
El programa de compra conjunta de vacunas de los países europeos adquirió 330 millones de dosis de la vacuna de Pfizer, 100 millones de la de AstraZeneca, 50 millones de la de Moderna y 20 millones de la de Johnson & Johnson.
Israel desarrolla vacuna oral contra la covid-19
En medio de la lucha contra el coronavirus, en Israel se desarrolla una vacuna contra la covid-19 en forma de píldora: sin agujas, sin necesidad de profesionales médicos para administrarla, entregada directamente en los hogares de las personas.
La farmacéutica israelí Oramed está tratando de lograr precisamente eso, y está lista para comenzar su primer ensayo clínico a principios de agosto, dijo su director ejecutivo Nadav Kidron a la AFP en una entrevista.
Con solo el 15 % de la población mundial completamente vacunada, la lucha para poner fin a la pandemia está lejos de terminar.
Las vacunas orales son particularmente atractivas para el mundo en desarrollo, porque reducen la carga logística de las campañas de inmunización, dijo Kidron.
Pero también podrían aumentar la aceptación en los países ricos, donde la aversión a las agujas es un factor que a menudo se pasa por alto.
Una encuesta reciente encontró que casi 19 millones de estadounidenses que rechazan las vacunas las tomarían si tuvieran una opción en forma de píldora.
“Para que la vacuna funcione realmente bien, necesitamos que la tomen tantas personas como sea posible”, dijo Kidron.
Otros beneficios incluyen la reducción de desechos de plástico y jeringas, y potencialmente menos efectos secundarios.
Desafíos para la entrega oral
A pesar de numerosas ventajas teóricas, ha habido pocas vacunas orales exitosas porque los ingredientes activos tienden a no sobrevivir al tránsito a través del tracto gastrointestinal.
Las excepciones incluyen vacunas para enfermedades que se transmiten por la boca y el sistema digestivo; existe, por ejemplo, una vacuna oral eficaz contra la poliomielitis.
Oramed, que fue fundada en 2006, cree que ha superado los obstáculos técnicos al diseñar una cápsula que sobrevive al ambiente altamente ácido del intestino.
Inventó su tecnología para un producto anterior, una forma experimental de insulina oral, el fármaco vital requerido por los diabéticos que hasta ahora solo se había administrado por inyección.
Desarrollada con el bioquímico ganador del Premio Nobel Avram Hershko, que forma parte del consejo asesor científico de Oramed, la cápsula de la compañía tiene un recubrimiento altamente protector que hace que se degrade lentamente.
También libera moléculas llamadas inhibidores de proteasa que impiden que las enzimas del intestino delgado descompongan la insulina y un potenciador de la absorción para ayudar a que la insulina pase al torrente sanguíneo.
Este fármaco se ha administrado a cientos de pacientes en ensayos clínicos de última etapa en Estados Unidos, y se esperan resultados para septiembre de 2022.
Oramed ha lanzado una nueva empresa de propiedad mayoritaria llamada Oravax, que toma la tecnología de cápsulas del producto de insulina oral y la usa para una vacuna oral contra el covid-19.
Partícula parecida a un virus
Para despertar una respuesta inmune, los científicos de la compañía han diseñado partículas sintéticas similares al coronavirus que imitan tres estructuras clave del patógeno: la proteína de pico, la proteína de la envoltura y la proteína de la membrana.
La mayoría de las vacunas autorizadas actualmente, como Pfizer o AstraZeneca, se basan solo en la proteína de pico, lo que las hace menos protectoras con el tiempo a medida que muta la proteína de pico del coronavirus.
Al apuntar a múltiples partes del virus, incluidas las estructuras que mutan menos, la vacuna Oravax podría ser más resistente a las variantes, dijo Kidron.
La compañía ha presentado una solicitud para comenzar las pruebas en varios países y prevé comenzar la primera en Israel en unas semanas, a la espera de la aprobación del Ministerio de Salud.
Si la vacuna en pastilla tiene éxito, también representaría una prueba para futuras vacunas administradas por vía oral, señaló Kidron.
“Imagínense ... la vacuna contra la gripe le llega por correo, la toma y ya está”.
Con información AFP.