La situación en Cuba por el coronavirus se agravó en las últimas semanas como consecuencia de un incremento significativo de los casos de contagio y fallecimientos que prácticamente se triplicaron en el último mes.
De acuerdo con el más reciente informe global sobre la pandemia, en la isla se han registrado desde el inicio de la emergencia sanitaria 375.721 personas contagiadas y 2.693 muertos.
Sin embargo, sólo en el último mes se han triplicado esas cifras, teniendo en cuenta que en ese periodo se presentaron 9.323 contagios nuevos, lo que se convirtió en un récord desde que se reportó el primer caso en ese territorio, a comienzos de 2020.
Entre tanto, los fallecimientos también se dispararon teniendo en cuenta que, en promedio, se presentaban 10 por día entre abril y junio, en tanto que a principios de julio aumentaron a 20 y el pasado jueves llegaron a 68.
El incremento de esos casos se registra en momentos en los que el gobierno cubano anunció que se ha avanzando en el plan de vacunación que ha permitido la inmunización con tres dosis de casi 2,4 millones de personas con las vacunas producidas en la isla: Soberana y Abdala.
Este proceso no ha sido ajeno a las dificultades por el retraso en el programa de vacunación, debido a problemas de suministro y prolongados ensayos clínicos en medio de la crisis económica que atraviesa ese país, por lo que autoridades sanitarias anunciaron que se busca acelerar el plan de inmunización.
El director nacional de epidemiología, Francisco Durán, reconoció los problemas que han tenido en el avance de la vacunación: “Estamos llegando a finales de julio en muy mal estado. No vemos una reducción en los casos y lamentamos la muerte de tantos en nuestro país”.
Las autoridades sanitarias se encuentran preocupadas además por el avance la variante delta, originaria de la India, indicó el funcionario.
Según los reportes oficiales, más de la mitad los nuevos casos que ha enfrentado Cuba en las últimas semanas se presentaron en la provincia de Matanzas, que se convirtió en el epicentro de la pandemia y donde se encuentra el donde el balneario de Varadero que reabrió al turismo a fines del año pasado y que probablemente, es el origen del rebrote.
Debido a la situación, el gobierno provincial tuvo que establecer clínicas improvisadas en las escuelas, ya que los hospitales desbordaron su capacidad. Incluso, a pacientes contagiados que deberían estar aislados se les permitió quedarse en su casa o en los hoteles donde trabajan, mientras que se regresó a medidas restrictivas, como el toque de queda en algunas zonas turísticas.
Para algunos expertos, la reapertura temprana de la actividad turística, como en el caso de Varadero podría ser la causa del rebrote de la pandemia, a la par de la demora en el proceso de vacunación.
El director del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de Florida, Jorge Duany, señaló que la crisis económica en la isla llevó al gobierno a reabrir el turismo, pero no se contaba con un programa de inmunización avanzando significativamente.
“El año pasado fue brutal para Cuba, con la economía cayendo un 11%, las remesas agotándose y el cierre del turismo. Probablemente estaba bajo presión para reabrir a pesar de que el calendario de vacunación seguía retrasándose”, dijo al Miami Herald.
De acuerdo con las cifras de la Organización Mundial de la Salud, Cuba mantuvo el control de las transmisiones hasta finales de marzo, cuando los casos diarios aún estaban por debajo de los 1.000, pero a mediados de mayo, los casos comenzaron a aumentar de manera constante, justo cuando también aumentaba el número de vuelos tras el levantamiento de las restricciones y la repartura del turismo.
Para junio, la situación se complicó teniendo en cuenta que los casos aumentaron de 1.057 el primer día del mes a 3.008 el 30 de junio, que de acuerdo con el director nacional de epidemiología Francisco Durán tendría su origen a la aparición de contagios con la variante delta.
Llegan a La Habana donaciones de alimentos y medicinas de México y Bolivia
Entre tanto, un barco de la Marina Armada de México y un avión boliviano llegaron a La Habana con la primera parte de la ayuda humanitaria destinada a Cuba, ante la escasez de alimentos y medicinas que vive la isla, en el peor momento de la pandemia del coronavirus.
Las donaciones de ambos países arriban a casi tres semanas de que estallaran las inéditas manifestaciones del 11 y 12 de julio en más de 40 ciudades de Cuba, al grito de “Tenemos hambre” y “Libertad”, y al mismo tiempo que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunciara el viernes nuevas sanciones para altos funcionarios de la policía cubana por “reprimir” las protestas.
El buque Arm Libertador Bal-02, que partió de Veracruz, arribó al puerto Haiphong de La Habana con 612,5 toneladas de alimentos como leche en polvo, frijoles, harina de trigo, latas de atún y aceite comestible.
El gobierno de México informó esta semana que la donación incluye material médico como jeringas, tanques de oxígeno tipo T y cubre bocas, para atender la emergencia sanitaria en Cuba. Se espera que el sábado arribe otro cargamento.
Esta cooperación recuerda “la certeza de que Cuba sólo quiere vivir en paz y que en esa batalla no están solos, México los acompaña”, dijo a la llegada del buque el embajador mexicano en La Habana Miguel Díaz Reynoso.
“El bloqueo al que estamos sometidos por Estados Unidos nos pone en una situación económica muy difícil”, dijo por su parte Rodrigo Malmierca, ministro de Comercio Exterior de Cuba, quien se pronunció por seguir desarrollando la amistad que ha unido por décadas a los dos países.
Un avión boliviano llegó también en la víspera al Aeropuerto Internacional José Martí con una donación de 16,5 toneladas de alimentos y una tonelada de insumos de bioseguridad.
“Todo lo que llegue será bienvenido a la patria”, dijo la ministra de Comercio cubana Betsy Díaz, en la recepción del avión de Bolivia.
Con este apoyo humanitario, México y Bolivia intentan ayudar a paliar la compleja situación que enfrenta Cuba por el endurecimiento de sanciones impuestas por los gobiernos de Donald Trump y Joe Biden, así como por la pandemia que ha impedido la llegada de turistas a la isla, su mayor fuente de ingresos.
Rusia envió esta semana 88 toneladas de ayuda, incluidas un millón de mascarillas, equipos de protección y alimentos.
Con información AFP.