Desde que inició la pandemia por la covid-19 han surgido muchas investigaciones sobre la creación de las vacunas. Por eso, expertos estadounidenses y australianos desarrollaron una vacuna tipo parche, la cual sería muy eficaz contra la covid-19 y fácil de poner.
Esta nueva técnica evitaría el pánico de algunos niños cuando se están vacunando, y de las personas adultas que les tienen fobia a las jeringas.
Un estudio en ratones, revelado el viernes 29 de octubre en la revista Science Advances mostró resultados prometedores, describió David Müller, coautor del estudio y virólogo de la universidad de Queensland, Australia, en declaraciones a la agencia de noticias AFP.
Müller precisó que el parche usado es un plástico cuadrado de 1 x 1 centímetros, con más de 5 mil minúsculas puntas en la superficie, “tan pequeñas que ni pueden verse”.
Sobre los detalles de este novedoso método, el investigador indicó que las puntas del parche están recubiertas con la vacuna, que penetran la piel. El parche se pega con un aplicador y apenas se siente.
Los investigadores de la Universidad de Texas y la Universidad de Queensland creen que podría ser una forma económica de administrar las dosis contra la covid-19 de refuerzo. Para el parche usaron una vacuna llamada subunitaria, que reproduce la proteína spike propia del virus SARS-Cov-2, reseñó el diario El Universal, de México.
El científico Müller dijo que a algunos ratones se les aplicó el parche durante dos minutos y a otros se les inyectó la vacuna con una jeringa. “En el primer caso obtuvimos una respuesta de anticuerpos muy fuerte, incluso en los pulmones, lo que es importante para la covid-19″, señaló el investigador, que destacó que los resultados “rebasaron” por mucho los de la vacunación por aguja.
En segundo lugar, se evaluó la eficacia con una sola dosis: usando un adyuvante para estimular la respuesta inmunitaria, los ratones no “se enfermaron para nada”.
¿Por qué son tan eficaces las vacunas en parches?
“Las vacunas son generalmente inyectadas en forma intramuscular, aunque no presentan muchas células inmunitarias, requeridas para reaccionar a la vacuna, como tiene la piel”, explicó Müller al diario estadounidense The Times, a la vez que agregó que la inserción de las agujas provocan ínfimas lesiones, que alertan al cuerpo de un problema y estimulan la reacción inmunitaria.
Según el científico, la vacuna en parche es ventajosa porque puede permanecer estable durante un mes a 25 °C y una semana a 40 °C (contra algunas horas a temperatura ambiente para las vacunas de Pfizer o Moderna). “Esto permite una menor dependencia de la cadena de frío, que constituye “un desafío para los países en desarrollo”, aseguró.
Otra ventaja es que el parche “es increíblemente fácil de administrar”, sostuvo Müller, por lo que ya no necesita personal especializado.
Burak Ozdoganlar, profesor de ingeniería en la universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh, Estados Unidos, también trabaja en los parches desde 2007.
Consultado por la AFP, este investigador dice que ve otra ventaja en momentos en que escasean las dosis en los países: “Una cantidad menor de la vacuna, administrada con precisión en la piel, puede producir una respuesta inmunitaria similar a la de una inyección intramuscular”.
Ozdoganlar puede producir en su laboratorio 300 a 400 parches diarios, pero lamenta no poder probar las vacunas de ARN mensajero por falta de autorización de Pfizer o Moderna.
El parche usado en el estudio publicado el viernes fue fabricado por la sociedad australiana Vaxxas. Los ensayos clínicos de fase uno están previstos a partir de abril de 2022. Otras dos empresas estadounidenses investigan la misma técnica: Micron Biomedical y Vaxess.
Vaxess, fundada en 2013 y con sede en Massachusetts, trabaja en un parche un poco diferente. La vacuna se coloca al interior de las puntas, que se disuelven en la piel.
“Trabajamos en una vacuna de temporada contra la covid-19 y la gripe combinados, que será directamente enviada por correo a los pacientes para que se la administren ellos mismos”, declaró a la AFP su director general, Michael Schrader.