Sin duda, España ha sido uno de los países que más ha causado controversia frente al coronavirus y esta vez no sería la excepción. El uso de mascarilla para prevenir el contagio de coronavirus dejará de ser obligatorio al aire libre en este país desde el próximo jueves, salvo en los eventos multitudinarios, como los deportivos, en los que se esté de pie o cuando no se pueda mantener una distancia de 1,5 metros entre personas si se permanece sentando.
El Gobierno aprobará la norma mañana 8 de febrero de 2022, después de que el Ministerio de Sanidad y las regiones lo acordaran así este lunes, cuando la incidencia de la sexta ola de contagios se mantiene baja desde hace varios días, aunque aún sigue en niveles extremadamente altos.
La obligación de llevar siempre puesto el tapabocas en espacios exteriores, aunque fuera posible la distancia interpersonal de seguridad, está vigente desde la Nochebuena pasada, en plena explosión de casos de contagio producidos por la variante ómicron, la más contagiosa hasta el momento. Sin embargo, las autoridades recomendarán mantener el uso en aglomeraciones.
Además, el Gobierno y las administraciones regionales decidieron aumentar hoy los aforos en los eventos deportivos, que pasan del 75 % al 85 % en recintos abiertos, y del 50 % al 75 % si son cerrados.
Cabe resaltar que el viernes pasado, último día con datos nacionales actualizados, Sanidad notificó una incidencia de 2.299 casos por cien mil habitantes en 14 días. No obstante, aunque el número diario de contagiados sigue en retroceso, la última semana se registraron 56.000 casos nuevos y 119 muertes cada jornada.
¿Cómo están los enfermos?
El 46,5 % de los enfermeros españoles ha reconocido que medita dejar la profesión debido a la situación “insostenible” que ha aumentado por la covid-19, lo que ha supuesto, entre otras cosas, que el 62,8 % de los profesionales que reúnen los requisitos para obtener la jubilación están planteándose solicitarla.
Estas son algunas de las conclusiones que se han extraído este lunes de la encuesta que ha realizado el Consejo General de Enfermería (CGE) para conocer el impacto de la pandemia entre el personal de enfermería y el cual se presentó en una rueda de prensa hecha por el presidente de la organización Florentino Pérez Raya, quien sentenció que los enfermeros “han llegado al límite”.
El 28,4 % ha reconocido que no volvería a estudiar la carrera y han manifestado que se sienten absolutamente abandonados y lo sostienen al asegurar que el 98,7 % no se sienten reconocidos ni confían en las promesas políticas.
La pandemia ha agravado la situación, pero –como ha matizado Florentino Pérez Raya– esta situación ya era complicada antes del coronavirus y algunas carencias del sistema ya se habían puesto de manifiesto, aunque sin éxito. En esta línea, el 81 % de los enfermeros han visto como su trabajo en los últimos dos años se ha incrementado, lo que ha llevado a tensionar al 71 % de ellos y desbordando totalmente al 19,7 %.
En este tiempo, el 27 % de los consultados ha afirmado que se ha dedicado solo a trabajar en pacientes con coronavirus y el 52 % admiten que la covid-19 ha marcado en algún momento su trabajo. Las áreas que se han visto más afectadas, según el estudio, es atención primaria (44 %), cuidados intensivos (40 %) y urgencias (37 %).