El Reino Unido abrirá su programa de vacunación contra el coronavirus a los niños de entre 5 y 11 años, anunciaron este miércoles 17 de febrero los gobiernos regionales, que tiene competencias en materia de sanidad.
Siguiendo el anuncio hecho por Gales el martes, Inglaterra, Escocia e Irlanda del Norte informaron de la ampliación de sus programas de vacunación a esta franja de edad, para la que el regulador británico de los medicamentos, la MHRA, aprobó la vacuna de Pfizer, a finales de diciembre.
Los niños de 5 a 11 años podrán recibir la inyección a partir de abril con el objetivo de “aumentar la protección contra posibles olas futuras de covid-19 mientras aprendemos a vivir con el virus”, afirmó el ministro británico de Sanidad, Sajid Javid, responsable de estas decisiones para Inglaterra.
“Los niños sin problemas de salud subyacentes corren poco riesgo de contraer una enfermedad grave de la covid-19 y la prioridad sigue siendo que el NHS”, la sanidad pública británica, “suministre vacunas y refuerzos a los adultos y jóvenes vulnerables”, subrayó.
Uno de los territorios más castigados por la pandemia, con 160.000 muertes, es el Reino Unido, que comenzó su campaña de vacunación en diciembre de 2020. Desde entonces, el 91,3 % de la población mayor de 12 años ha recibido una primera dosis, el 85 % una segunda y el 66 % un refuerzo, según las últimas cifras oficiales publicadas el miércoles.
Variante británica de covid-19 no es grave
Dos estudios publicados este martes afirman que la variante conocida como británica del nuevo coronavirus no aumenta la gravedad de la enfermedad en comparación con otras cepas, de manera contraria a las conclusiones de investigaciones anteriores, aunque confirman que sí es mucho más contagiosa.
Los autores del primer estudio, publicado en The Lancet Infectious Diseases, analizaron los datos de 341 enfermos de covid-19 hospitalizados en Londres entre el 9 de noviembre y el 20 de diciembre de 2020, en plena emergencia de la variante 501Y.V1, que ahora es dominante en buena parte de Europa.
El 58 % de ellos estaba infectado con esta variante, también conocida como B.1.1.7, y el 42 %, con otras cepas.
El 36 % de los pacientes del primer grupo desarrolló formas graves o fallecieron, en contraste con el 38 % del segundo grupo, lo que sugiere que el B.1.1.7 no implica una mayor gravedad.
Los investigadores demostraron, sin embargo, que las muestras de pacientes infectados con la variante contenían, en promedio, una mayor cantidad de virus, lo que significa que es más transmisible.
El segundo estudio, difundido en The Lancet Public Health, analizó datos de casi 37.000 usuarios británicos de una aplicación móvil concebida para informar de los síntomas de la covid-19, que fueron diagnosticados positivos entre el 28 de septiembre y el 27 de diciembre de 2020.
Partiendo de las personas que informaron de síntomas cada semana en una zona determinada, se concluyó que la variante detectada por primera vez en Reino Unido presentaba una tasa de reproducción 1,35 veces mayor. Es decir, que cada paciente infectado contagiaba en promedio a un 35 % más de personas que los que contraían las cepas del virus que circulaban antes.
Pese a ello, la variante no ocasionó síntomas más graves ni una mayor probabilidad de tener síntomas prolongados (“covid largo”).
Con información de AFP.