Estados Unidos superó el viernes la cantidad de 900.000 muertos por covid-19, informó la Universidad Johns Hopkins, centro de referencia en la materia en ese país.

La cifra de fallecidos era de 880.000 a mediados de diciembre, hace apenas un mes y medio. La multiplicación de casos de contagiados por la variante ómicron está bajando, pero las muertes diarias siguen en aumento con un promedio de 2.400, según cifras oficiales.

Y el número de hospitalizaciones “sigue siendo elevado, poniendo a prueba nuestras capacidades y a nuestro personal de salud en ciertas regiones”, subrayó el miércoles en una conferencia de prensa Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la principal agencia sanitaria federal.

Los decesos se producen generalmente varias semanas después de los contagios, lo que explica las diferencias entre la curva de casos y las muertes.

Los fallecimientos continúan acumulándose, pese a que vacunas muy eficaces están ampliamente disponibles en el país, donde solamente el 64 % de la población está vacunada con serie completa.

En valores absolutos, Estados Unidos es el país que ha registrado el mayor número de muertes, por delante de Brasil e India, según cifras oficiales publicadas por las autoridades.

Una de cada cuatro personas no está vacunada en las Américas: OPS

Una de cada cuatro personas no ha recibido ni una sola dosis de vacunación anticovid-19 en las Américas, donde los contagios y las muertes por coronavirus siguen aumentando, advirtió este miércoles la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

El 63 % de los habitantes de América Latina y el Caribe han sido vacunados contra la covid-19, pero sigue siendo la región más desigual del mundo en el acceso a las vacunas, afirmó la directora de la OPS, Carissa Etienne, durante una rueda de prensa virtual.

Aunque 14 países y territorios han inmunizado por completo al 70 % de su población, otros tantos no han logrado proteger aún al 40 % de sus habitantes.

En los países de ingresos bajos y medianos “más del 54 % de las personas aún no han recibido una sola vacuna contra la covid-19″, afirmó Etienne.

Entre tanto, las infecciones y las muertes por el virus siguen subiendo.

La semana pasada se registraron más de 7 millones de nuevos casos y más de 34.000 muertes relacionadas con el virus.

Las muertes aumentaron por cuarta semana consecutiva en todas las subregiones, con un incremento de casi el 33 % respecto a los siete días anteriores.

En el Caribe, las muertes se han más que duplicado en Cuba, las Bahamas y Antigua y Barbuda.

En otras islas, como Martinica y Guadalupe, el virus se propaga rápidamente entre los jóvenes y los no vacunados, y en Sudamérica, Chile y Brasil registraron un número récord de casos diarios.

Sylvain Alighieri, responsable del seguimiento de la pandemia en la OPS, afiliada a la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda cautela a la hora de calibrar la gravedad de la variante ómicron porque todavía no hay una conclusión científica definitiva.

Y aunque causa una enfermedad más leve que otras variantes “debemos considerarlo y controlar la transmisión de un patógeno (...) porque aún así causará múltiples casos, muchos de los cuales pueden degenerar en una enfermedad grave”, explicó.

La evolución del virus “es un proceso muy dinámico”, afirmó, y al día de hoy se han descrito cuatro sublinajes diferentes para ómicron denominados BA.1 BA.1.1 BA.2 y BA.3.

A nivel mundial, BA.1 es el predominante y en las muestras secuenciadas en enero en las Américas BA.1 y BA.1.1 se han identificado en el 95 % en las de América del Norte y en el 87 % en las de América del Sur y el Caribe.

En las Américas se tiene constancia de la presencia de BA.2 en México y Argentina, además de casos esporádicos en Estados Unidos.

La propagación de las subvariantes de ómicron es algo “esperado” en los próximos días y semanas, pero “hay que recordar que se trata de una misma variante y por el momento no hay motivos para una preocupación adicional”, ya que “no existe evidencia sólida que demuestre algún cambio en el comportamiento clínico o epidemiológico en ninguno de los cuatro sublibnajes”, añadió Alighieri.

La OPS pide a los países que recopilen datos sobre la vacunación por edad, sexo y grupo de riesgo y se los comuniquen, porque constata brechas preocupantes en aquellos que ya se los transmiten. Por ejemplo, en Estados Unidos y Anguila, un territorio británico de ultramar, la vacunación entre los ancianos es menor que entre los más jóvenes pese a que estos tienen menos riesgo de enfermarse.

Este año se prevé un aumento en el suministro de vacunas gracias a las donaciones de Estados Unidos, España, Canadá, Alemania, Francia y otros países, que suman unas 26 millones de dosis.

El Fondo Rotatorio de la OPS, que hasta el momento ha entregado casi 100 millones de dosis, prevé obtener otros 200 millones de dosis este año.

Con información de la AFP.