Este jueves 18 de noviembre, la revista médica JAMA Otolaryngology-Head & Neck Surgery publicó un estudio de Amish M. Khan, Dorina Kallogjeri, entre otros, pertenecientes a la Universidad de Washington en Estados Unidos, en el que se evidenciaría que más de un millón de personas en ese país no han podido recuperar el sentido del olfato, o han tenido alguna alteración, tras seis meses de haber superado la covid-19.

Según indica el estudio, la disfunción olfativa crónica se ha convertido en uno de los síntomas de la enfermedad que ha durado por más tiempo; explican que este padecimiento también hace que el paciente tenga complicaciones en su vida diaria.

“La pérdida del olfato se ha asociado con una disminución de calidad de vida general, ingesta de alimentos deficiente, incapacidad para detectar gases y humos nocivos, mayor preocupación por la higiene personal, disminución del bienestar social y el inicio de síntomas depresivos”, informó la investigación sobre las consecuencias que trae el padecimiento para los pacientes.

En este sentido, afirmaron que el objetivo del estudio fue analizar y estimar hasta qué punto la disfunción olfativa crónica puede llegar a ser un problema de salud pública derivado de la covid-19; este padecimiento se llega a diagnosticar después de seis meses de haber superado la enfermedad, es decir, si el sentido del olfato no se normaliza en el tiempo estimado, la persona puede estar sufriendo de esta disfunción.

Para este estudio se encontró que, entre 700.000 y 1,6 millones de personas en Estados Unidos experimentaron la disfunción olfativa crónica como un síntoma a largo plazo por la covid-19. Entre tanto, explican que “el Instituto Nacional de Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación estimó que, entre los adultos estadounidenses de 40 años o más, se encontró una disfunción olfativa medible en hasta 13,3 millones de adultos”, esto como cifra prepandemia.

A reglón seguido añadieron que 4,2 % de las personas con este último padecimiento se diagnostica en personas entre los 40 y 49 años, concentrando una mayoría de 39,4 % en mayores de 80 años. Sin embargo, luego de la pandemia, se encontró que las personas con la disfunción olfativa crónica tendría un aumento relativo entre 5,3 % y 12 %, como consecuencia de la covid-19.

Las estimaciones en las cifras podrían ser mayores, pues según los autores estas no serían exactas por la falta de “números reales” en el total de los casos covid que se han presentado en el país norteamericano, debido a que muchas personas no habrían reportado la enfermedad y por lo tanto, no estarían en los registros.

“La principal limitación de este estudio es la incapacidad de obtener el número real de casos, ya que los casos positivos informados por el Estado probablemente subestiman el número real de casos positivos”, acotó el estudio.

Por lo tanto, indican que aquellas personas que estuvieron hospitalizadas por la covid-19 serían más vulnerables a padecer de disfunción olfativa e hicieron un llamado “urgente” para abrir investigaciones y encontrar tratamientos que puedan combatir este síntoma en la población afectada.