Mientras en varios países avanzan los planes de vacunación contra el coronavirus que deja hasta en el momento en el mundo 4′331.060 fallecidos y 204′981.679 de personas contagiadas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció en las últimas horas la apertura de ensayos con tres nuevos posibles tratamientos contra la covid-19.
De acuerdo con ese organismo internacional, los ensayos con pacientes hospitalizados los llevarán a cabo con tres nuevos tratamientos en los que se usarán los fármacos Artesunate (producido por la farmacéutica Ipca), Imatinib (de Novartis) e Infliximab (de Johnson & Johnson).
Se trata de la segunda parte de ensayos contra el coronavirus de Solidarity, una iniciativa multinacional de la Organización Mundial de la Salud que, de hecho, en su primera etapa no logró resultados positivos tras probar en pacientes cuatro tratamientos que fueron: la hidroxicloroquina (creado inicialmente contra la malaria), el antiviral remdesivir, el interferón o los antirretrovirales lopinavir y ritonavir.
Vale destacar que hasta el momento los tratamientos que la Organización Mundial de la Salud reconoce como efectivos para los casos complicados de coronavirus son el uso de dexametasona, un corticoesteroide, y de antagonistas de interleucina-6.
Por otra parte, en los últimos días varios gobiernos y organizaciones han mostrado su rechazo a la posibilidad de que los países más ricos del mundo empiecen a aplicar una tercera dosis de refuerzo contra el coronavirus, pues esto provocaría un menor acceso a las vacunas por parte de las naciones más pobres.
Además de lo poco ético que resultaría esta situación para algunos expertos, tampoco solucionaría el problema de la pandemia, pues aunque países como Israel, Estados Unidos o el Reino Unido aplicaran una nueva dosis, esto no resolvería el problema de fondo, dado que mientras existan miles de millones de personas sin ninguna protección, la covid-19 puede seguir mutando y generando variantes más peligrosas para los seres humanos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya había solicitado a diferentes estados posponer la tercera inmunización de sus ciudadanos, al menos por un par de meses, mientras otros países avanzaban en la aplicación del fármaco y todo el mundo llegaba a, al menos, un 10 % de población inoculada; sin embargo, Francia, Alemania y otros territorios desestimaron el llamado y continuaron con sus planes de vacunación.
Para la OMS, este es el camino equivocado ya que desde un inicio estos gobiernos han acaparado la oferta mundial de vacunas y han comprado miles de millones de dosis que no les hacían falta, mientras otros países tienen un acceso muy restringido a los medicamentos, algo que se ha intentado solucionar a través del mecanismo Covax.
La semana pasada, el presidente Joe Biden anunció que Estados Unidos había enviado cerca de 110 millones de vacunas contra el coronavirus al extranjero en modo de donación, las cuales se distribuirán a través de Covax, lo cual es una buena noticia, aunque resulta insuficientes, pues la OMS estima que hacen falta unas 11.000 millones de vacunas para inmunizar a todo el planeta.
“Al igual que vimos en el sur de Asia, cuando hubo una transmisión sin control y la variante delta realmente despegó, no hay nada que impida que eso ocurra ahora mismo en el continente africano. Así que es muy probable que acabemos en una situación en la que tengamos variantes aún más peligrosas, más transmisibles y más infecciosas que salgan de la propagación que estamos viendo actualmente en África”, explicó a la CNN Andrea Taylor, directora adjunta de programas en el Centro de Innovación en Salud Global de la Universidad de Duke.