Un estudio preliminar elaborado por el Imperial College de Londres reveló síntomas poco conocidos del coronavirus, como escalofríos, pérdida de apetito y dolores musculares, que se suman a los ya conocidos como dificultad para respirar, dolor de cabeza, pérdida del sentido del gusto y el olfato, fiebre y tos persistente.

En la investigación, que no ha sido revisada por expertos independientes, participaron más de un millón de personas de Inglaterra y se basó en un test de saliva y cuestionarios recopilados entre junio de 2020 y el pasado mes de enero.

Tras la investigación los expertos también identificaron que cuantos más síntomas mostraban los participantes, ya fuera de los clásicos o de los nuevos, más probabilidades tenían de que dieran positivo para covid-19. Sin embargo, señalaron que alrededor de un 60 % de los infectados no presentaron síntomas durante la semana previa a someterse a la prueba.

Por otra parte, encontraron que las manifestaciones del coronavirus varían de acuerdo con la edad del paciente. Por lo tanto, en el caso de los escalofríos, estos los identificaron en personas de todas las edades, los dolores de cabeza en menores de entre 5 años y 17 años, mientras que la pérdida de apetito en personas a partir de 18 años.

Respecto a los dolores musculares, estos fueron detectados en personas de entre 18 años y 54 años, y disminuyó la probabilidad de desarrollar fiebre, tos persistente; la pérdida de apetito se presentó con mayor frecuencia en pacientes entre los 5 y 17 años comparado a pacientes adultos.

Médicos del King's College Hospital, en Londres, realizan un procedimiento para un paciente con covid-19. | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved

“Estos nuevos hallazgos sugieren que muchas personas que tienen covid-19 no se harán la prueba y por ello no se aislarán porque sus síntomas no coinciden con los que se incluyen en las guías de sanidad para ayudar a identificar a personas infectadas”, dijo Paul Elliott, director del programa React, del Imperial College.

La anterior investigación también analizó si la aparición de la nueva cepa del coronavirus del Reino Unido estaba relacionada con un perfil diferente de síntomas. Los investigadores hallaron que si bien los síntomas fueron en general similares, la pérdida del sentido del olfato fue menos predictiva de tener coronavirus en enero, en comparación con noviembre-diciembre, meses en los que había mayor proporción de personas que dieron positivo y reportaron tos persistente.

Vacunas contra el coronavirus: científicos trabajan en la próxima generación

A pesar de que el proceso de vacunación contra la covid-19 avanza en el mundo, el virus continúa siendo una amenaza latente, por lo que el desarrollo de nuevas vacunas sigue siendo algo esencial para frenar la estela de muerte y contagios en varios países.

Se trata de vacunas contra el coronavirus basadas en proteínas. Sobre ello, un equipo de la División de Pediatría de la Universidad de Australia reveló en The Lancet un estudio que se encuentra en fase 1 y es el primero en humanos, orientado a la búsqueda de dosis y de justificación de adyuvantes en testeos de una vacuna de proteína de subunidad de pico trimérico estabilizada (SCB-2019).

Según los expertos, dicha vacuna se diferencia de las ya aprobadas en que utiliza un proteico estabilizado como antígeno. Para el estudio, los científicos utilizaron Trimer-Tag, una proteína derivada del extremo C del procolágeno de tipo I humano, que conserva la conformación trimérica de la proteína espiga del SARS-CoV-2.

Además, los investigadores evaluaron tres dosis de proteína (3 μg, 9 μg o 30 μg) sola o con una dosis fija de AS03, un adyuvante de aceite en agua o el agonista de TLR9 CpG combinado con Alum (CpG / Alum).

A su vez se ha indicado que esta nueva generación de vacunas requiere de dos dosis, es decir, es similar a algunas aprobadas actualmente, y deben ser administradas en un intervalo de 21 días. También se indicó que son estables durante al menos seis meses a una temperatura de 2 a 8 ° C.

Durante el proceso de estudio los investigadores evaluaron la seguridad y reactogenicidad de la vacuna en 151 adultos sanos agrupados por edad (adultos más jóvenes de 18 a 54 años y adultos mayores de 55 a 75 años). De los participantes, 42 % eran hombres y 58 % mujeres y la vacuna fue bien tolerada en ellos, algo favorable para los científicos respecto a las ya aprobadas.

Una fortaleza de este estudio es la incorporación de la referencia 20/130 del Instituto Nacional de Estándares Biológicos y Control (suero convaleciente de un donante con niveles Ig estandarizados), reforzada por muestras de suero de pacientes convalecientes que fueron hospitalizados con coronavirus o que solo requirieron tratamiento ambulatorio.

Sobre lo anterior se explicó que la incorporación de estándares de referencia es absolutamente imperativa para que los ensayos clínicos de la vacuna contra el SARS-CoV-2 avancen, debido a la variabilidad en los de anticuerpos neutralizantes y de unión entre diferentes organizaciones.