La nueva variante de la covid-19, conocida como ómicron, es actualmente el tema de salud más importante en el mundo teniendo en cuenta la fuerza con la que esta variación se está propagando por todo el planeta. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), que hace un mes catalogó a ómicron como “preocupante”, ya son 110 países en todo el mundo los que han reportado tener al menos un caso de contagio por cuenta de esta variante.
Ante esta realidad varios países, especialmente en Europa, decidieron tomar cartas en el asunto empezando por prohibir, en la mayoría de los casos, todos los eventos masivos que puedan derivar en un gran contagio del nuevo coronavirus por medio de ómicron.
Por ejemplo, Francia tomó la decisión de cancelar todas las reuniones callejeras que se pudiesen realizar en el marco de la celebración de Año Nuevo, mientras que Holanda ordenó una nueva cuarentena durante las festividades.
Portugal, por su parte, tomó medidas similares que empezarán a regir desde este 25 de diciembre, mientras que Austria, pensando en lo que será el futuro cercano de la pandemia, decidió hacer de la vacunación una obligación general, misma que empezaría a ser tomada en cuenta para fines judiciales desde el mes de febrero.
La vacunación es la clave
Aún con todo este “caos”, para los expertos es sensato decir que ómicron no es tan grave como lo presumen algunos, y que es precisamente esta realidad la que podría significar un buen inicio para establecer el fin de la pandemia en el mundo.
Uno de ellos es Adolfo García Sastre, un famoso epidemiólogo que hace parte del equipo de investigadores del hospital Monte Sinaí en Nueva York (Estados Unidos). En entrevista con un medio español, el científico manifestó la importancia de que ómicron sea “menos severa” que otras variantes de la covid-19, ya que, a pesar de ser más contagiosa, este factor no se traduce también en más letalidad, lo que resulta ser una “bendición” en medio de la crisis sanitaria actual.
“Si Ómicron nos llega con una severidad igual que Delta o las anteriores, hubiera sido mucho peor”, dijo en conversación con el programa ‘Espejo Público’ de Antena 3.
Asimismo, resaltó que aunque ómicron tomó a las autoridades médicas por sorpresa, lo cierto es que dicha “falta de preparación” no debería ser tomada como una tragedia en el mundo. Afortunadamente, según García, ómicron no representaría una amenaza tan severa como delta, llegando a extremos de pensar que esta variante, incluso, podría ser la clave para el fin de la pandemia, esto si los estándares y cifras de vacunación se mantienen en constante crecimiento en todo el mundo.
De acuerdo con el experto, tanto las dosis de refuerzo como los biológicos que se desarrollen específicamente para atacar a ómicron, podrían ser esenciales para que, aunque la mayoría de las personas se contagien, la enfermedad no sea vista por primera vez en mucho tiempo como “letal”.
“Ómicron puede ser el fin de la pandemia, es una posibilidad que no descartamos. Se parece más a un virus respiratorio normal, aunque es capaz de dar lugar a muchas infecciones. Con dosis de refuerzo y la gente que va a estar expuesta a ella, que dará lugar a una inmunidad, y una vacuna más basada en esta variante, creo que tendríamos acabados los problemas que este virus da”, indicó.
De esta forma, la alta tasa de contagio propiciada por ómicron, pero su bajo nivel de letalidad, haría posible alcanzar la llamada “inmunidad de rebaño” con la que se le permitiría al ser humano convivir con el virus sin necesidad de temer a la muerte al contagiarse por este.