Un comité de expertos de la OMS recomendó este lunes que se administre una dosis adicional de cualquiera de las vacunas anticovid homologadas por esta agencia de la ONU a personas “moderada o gravemente inmunodeprimidas”.
El mismo comité indicó que también habría que administrar una tercera dosis a personas mayores de 60 años vacunadas con los inmunizantes anticovid de las empresas chinas Sinovac y Sinopharm.
Esa tercera dosis puede ser de otra vacuna de otro tipo, precisó el Grupo Estratégico Consultivo de Expertos (SAGE) de la OMS, en una rueda de prensa.
El anuncio fue hecho en medio de la discusión sobre la aplicación de la tercera dosis de la vacuna anticovid, teniendo en cuenta que esa organización ha pedido que se aplace hasta tanto se avance en la vacunación en los países pobres.
Sin embargo, las autoridades sanitarias en varios países del mundo han anunciado la aplicación de la dosis de refuerzo. Es el caso de Portugal que anunció que este jueves comenzará a suministrar una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus a los mayores de 80 años, de acuerdo con el pronunciamiento de la directora general del Ministerio de Salud, Graça Freitas.
En una entrevista para RTP, la televisión pública portuguesa, confirmó que será la vacuna de Pfizer la elegida para esta tercera dosis de refuerzo, a la espera de que las autoridades den el visto bueno también a Moderna.
“Tenemos vacunas suficientes. Esta tercera dosis está aprobada por el momento para una de las marcas, Pfizer, que es la que ha hecho los ensayos clínicos”, señaló Freitas, quien también explicó que este nuevo pinchazo de refuerzo dejará de ser suministrado en grandes pabellones, sino más bien en centros de salud, hospitales y puntos de vacunación específicos, unos 340.
“Las personas pueden estar tranquilas tanto en relación a la cantidad de vacunas, como en relación a los lugares donde serán vacunadas, ya sea es centro de salud, o un punto de vacunación”, indicó.
Por último Freitas pidió a los trabajadores de los centros y residencias de mayores que no se han vacunado todavía que lo hagan ante la responsabilidad que tienen para con los más mayores y vulnerables.
En caso de que opten por seguir sin estar vacunados, ha señalado que deberán ser reubicados, siempre que sea posible, dentro de sus puestos de trabajo para que lleven a cabo otras funciones y “no estén al cuidado directo” de los residente.
“La petición que hago es, de hecho, que se vacunen porque en las residencias están las personas más frágiles, las más vulnerables y aquellas que sufren más enfermedades”, recordó.
A la espera del último balance de las autoridades sanitarias, Portugal ha confirmado desde el inicio de la pandemia 1,075 millones de personas han contraído la enfermedad, de la cual ha logrado recuperarse 1,027 millones, mientras que por el contrario, poco más de 18.000 han fallecido.
OMS define oficialmente como enfermedad la covid-19 persistente
Así mismo, la OMS publicó este lunes la primera definición clínica oficial de la enfermedad ‘pos-COVID-19′, también denominada COVID-19 persistente, acordada tras una consulta mundial y que tiene como objetivo facilitar el tratamiento de los enfermos.
Esta patología suele aparecer “normalmente tres meses después del inicio de la covid-19. Los síntomas duran al menos dos meses y no pueden explicarse por un diagnóstico alternativo”, explicó
La mayoría de los pacientes que padecen coronavirus se recuperan completamente, aunque algunos sufren “efectos a largo plazo en su organismo, en los sistemas pulmonar, cardiovascular y nervioso, así como efectos psicológicos”.
Estos efectos pueden producirse con independencia de la gravedad inicial de la infección y se dan con mayor frecuencia en mujeres, personas de mediana edad y en aquellos que mostraron más síntomas inicialmente.
Esta es la definición completa de la covid-19 persistente, según la OMS: “La afección pos-COVID-19 se produce en individuos con antecedentes de infección probable o confirmada por el SARS-CoV-2, generalmente tres meses después de la aparición de la covid-19 con síntomas que duran al menos dos meses y que no pueden explicarse por un diagnóstico alternativo”.
“Los síntomas más comunes son la fatiga, la dificultad para respirar y la disfunción cognitiva, pero también se pueden dar otros síntomas que suelen repercutir en el funcionamiento cotidiano del enfermo. Los síntomas pueden ser de nueva aparición, tras la recuperación inicial de un episodio agudo de COVID-19, o pueden persistir desde el inicio de la enfermedad. Los síntomas también pueden fluctuar o puede haber recaídas con el tiempo. Para los niños, puede ser aplicable otra definición”, señaló la entidad.
Hasta ahora, la falta de claridad entre los profesionales de la salud acerca de la enfermedad ha complicado los esfuerzos por avanzar en la investigación y el tratamiento. Por ese motivo, el organismo internacional de Naciones Unidas decidió buscar una definición de caso clínico estandarizada a nivel mundial.
En su intervención en la sede de la ONU en Ginebra, Díaz explicó que los síntomas incluyen “fatiga, dificultad para respirar, disfunción cognitiva, pero también otros que generalmente repercuten en el funcionamiento cotidiano”.
“Los síntomas pueden ser de nueva aparición, tras la recuperación inicial de un episodio agudo; o bien, pueden persistir desde el inicio de la enfermedad. Además, los síntomas también pueden fluctuar o puede haber recaídas con el tiempo”, agregó.
Díaz describió la nueva definición como “un importante paso adelante” para estandarizar el reconocimiento de los pacientes con esta condición y afirmó que la OMS espera que “ayude al personal médico y sanitario a reconocer a los pacientes y a comenzar con los tratamientos e intervenciones adecuados y a tener claros los caminos a tomar”.
“Esperamos que los responsables políticos y los sistemas sanitarios establezcan y apliquen modelos sanitarios integrados para atender a estos pacientes”, insistió.
Aunque existen varias pruebas para detectar la infección inicial por covid-19, no hay ninguna para detectar esta afección posterior, y aún no está claro qué lo desencadena en los enfermos.
“¿Se trata de la persistencia viral, o hay microtrombosis o algún problema con el sistema vascular?”, se cuestionó Díaz, esbozando algunas de las ideas que barajan los científicos que llevan a cabo investigaciones en este campo.
“O, ¿hay problemas de autoinmunidad?, ¿o es el sistema inmunológico que está funcionando mal y que está causando algunos de los síntomas?”, concluyó.
Con información AFP y Europa Press