Pfizer y BioNTech comenzaron el reclutamiento para los ensayos clínicos sobre la seguridad y la respuesta inmune de su vacuna contra la covid-19, específica para la variante ómicron, en adultos de hasta 55 años, anunció un comunicado el martes.
Albert Bourla, CEO de Pfizer, había dicho previamente que el gigante farmacéutico podría estar listo para solicitar la aprobación regulatoria de la vacuna en marzo.
La jefa de investigación de vacunas de Pfizer, Kathrin Jansen, dijo que si bien los datos actuales mostraban que los refuerzos de la vacuna original protegen contra formas graves de ómicron, preferían actuar por precaución.
“Reconocemos la necesidad de estar preparados en caso de que esta protección disminuya con el tiempo y ayudar potencialmente a abordar a ómicron y nuevas variantes en el futuro”, dijo.
Ugur Sahin, director ejecutivo del laboratorio alemán BioNTech, agregó que la protección de la vacuna original contra el covid leve y moderado pareció disminuir más rápidamente en el caso de ómicron.
“Este estudio es parte de nuestro enfoque científico para desarrollar una vacuna basada en variantes que logre un nivel similar de protección contra ómicron, como lo tuvo contra las variantes anteriores, pero con una mayor duración de la protección”.
En el ensayo participarán 1.420 personas de entre 18 y 55 años. Los voluntarios se dividen en tres grupos. El primero involucra a personas que recibieron dos dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech entre 90 y 180 días antes de la inscripción y recibirán una o dos dosis de la vacuna contra ómicron.
El segundo incluye personas que recibieron tres dosis de la vacuna actual entre 90 y 180 días antes del estudio y recibirán otra dosis de la vacuna original o una específica contra ómicron.
El último grupo consta de personas que nunca fueron vacunados contra la covid-19 que recibirán tres dosis de la vacuna específica contra ómicron.
A su vez, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Case Western Reserve (Estados Unidos) reveló que las personas que reciben la vacuna de Moderna contra el coronavirus tienen menos probabilidades de infección que aquellos a los que se administra la de Pfizer-BioNTech.
La investigación, publicada en la revista científica ‘Journal of the American Medical Association’, también ha determinado que los que recibieron la vacuna de Moderna tenían menos probabilidades de ser hospitalizados. El estudio examina las infecciones por SARS-CoV-2, las hospitalizaciones y las tasas de mortalidad cuando la variante delta era predominante.
La investigación analizó los registros sanitarios electrónicos de más de 637.000 pacientes totalmente vacunados de 63 organizaciones sanitarias de todo Estados Unidos, que abarcaban diversas zonas geográficas, edades, razas y etnias, niveles de ingresos y grupos de seguros.
Los datos incluyeron las infecciones de covid-19 que se produjeron en vacunados entre julio y noviembre de 2021, cuando delta representó casi todos los casos. Se incluyeron los incidentes de infecciones por irrupción si la persona no se había infectado previamente con covid-19 o había recibido una vacuna de refuerzo.
El equipo tuvo en cuenta los datos demográficos, los determinantes sociales de la salud, los trasplantes y las comorbilidades. También se compararon las tasas de hospitalización de los pacientes en los 60 días siguientes a la infección por covid-19.